El café es una de las bebidas más populares en el mundo, ya que su contenido de cafeína, un estimulante que bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, hace que sea una excelente opción para estar alerta.
De esta manera es muy común que el café se consuma en horario laboral, para tener un desempeño óptimo en las tareas matutinas.
Sin embargo, expertos aseguran que la cafeína se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal y alcanza su punto máximo en la sangre entre 30 y 60 minutos después de beberlo.
Además, depende del metabolismo y la sensibilidad de cada persona, sus efectos pueden durar de 3 a 5 horas, por lo que puede llegar a interferir en el tiempo de descanso de la persona, ya que podría causar trastornos en los horarios de sueño.
Por ejemplo, no tome café después de las 5:00 p.m. si tienen planeado dormir antes del las 11: 00 de la noche, ya que podría generar el molesto insomnio.
Es importante tener en cuenta que la sensibilidad a la cafeína varía y que algunas personas pueden necesitar más tiempo para metabolizarla completamente. Cabe resaltar que el café no es la única fuente de cafeína, ya que esta sustancia se puede encontrar en grandes cantidades en otras bebidas como en el té, las bebidas energéticas y algunas gaseosas, que también deben limitarse antes de dormir para mantener un ciclo de sueño saludable.
Sin embargo, existe personas que no tiene problemas para conciliar el suelo después del café, es más, son capaces de tener siestas posteriores a la ingesta.
Para disfrutar de una siesta cafetera, los expertos recomiendan consumir cafeína justo antes de dormir durante unos 15 a 20 minutos. Además, es importante tener en cuenta la cantidad y el momento del día. Recuerde que si siente arritmias cardiacas o subida de la presión arterial, no beba más café y acuda donde su médico de confianza.