Una bebida descubierta hace varios siglos en África y Oriente ahora es consumida por millones de personas en todo el mundo, y cultivada por toneladas en países como Colombia, Brasil y Hawái. No es otra que el café, esencial para muchos y despreciada por otros, utilizada para potenciar la concentración en horarios laborales, aunque otros la consideran nociva.

Por estas razones encontradas, diversos estudios científicos buscan comprobar cuáles son las bondades y riesgos de esta bebida, cuya concentración de cafeína (un psicoactivo poderoso) es la que determina los efectos sobre la salud. Según nuevas evidencias científicas, las propiedades del café son buenas hasta cierta medida.

Esta conclusión se desprende del estudio publicado por el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos en la reconocida revista New England Journal of Medicine. Según el estudio, los investigadores aseguran que el consumo de café no solo no resulta perjudicial para la salud de nuestro corazón, sino que puede protegernos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias e infecciosas.

Para el doctor Enrique Galve, presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “la cafeína aumenta ligeramente la frecuencia cardiaca y, en ocasiones, puede elevar la presión arterial de modo poco significativo. Pero aun así, no existe motivo alguno para que un hipertenso bien controlado no pueda tomar café. Cualquier sujeto que sea hipertenso o padezca alguna enfermedad cardiaca puede tomar, en principio, 3 o 4 tazas de café al día, puesto que no se ha podido evidenciar nunca su carácter nocivo en relación a la patología cardiovascular”.

Frutos tostados de la planta Coffea o Cafeto. | Foto: Getty Images

El doctor observa, al respecto, que la razón del beneficio cardiovascular de esta bebida podría deberse “a los antioxidantes que no sólo encontramos en el café sino que también están presentes en muchos otros alimentos, como las verduras o productos frescos como la fruta y también el chocolate”.

Cabe destacar que la Fundación Española del Corazón recomienda el tope de 3 o 4 tazas de café al día.

Volviendo con el estudio realizado por el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos, vale la pena recordar que no es el único que ha derribado la creencia acerca de que el consumo del café es perjudicial para la salud. De hecho, beber tres cafés o más al día reduce la mortalidad prematura un 18 % en hombres y un 8 % en mujeres, asegura el mayor estudio publicado hasta la fecha: un trabajo encabezado por científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que analizó los hábitos “cafeteros” de medio millón de personas a lo largo de 16 años. Pero hay quienes no aceptan la bebida, simplemente porque no les apetece o no desarrollaron gusto por el café.

Sobre esta búsqueda de evidencias alrededor del café y sus bondades o peligros, Guadalupe Blay, coordinadora del Grupo de Nutrición y Metabolismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), considera que tras años de investigación “la comunidad científica parece haber alcanzado un acuerdo”. Según ella, este consiste en que “es bueno tomar entre dos y tres tazas de café al día, es decir, entre 200 y 300 miligramos, no más. A partir de ahí se nota el efecto de un exceso de cafeína en tu sistema cardiovascular y nervioso”. Además, se debe tener en cuenta que la vida media de la cafeína en nuestro organismo es de casi 6 horas.

Hora para dejar de tomar café y dormir sin inconvenientes

No obstante, para la especialista es claro que si bien el café puede ser beneficioso para nuestro cuerpo, “la cafeína puede retrasar el sueño hasta 40 minutos más de lo normal, ya que es psicoactiva, y más cuando se consume de noche”. En este sentido, surge una pregunta, ¿cuál es la hora ideal para dejar de beber café y que no interfiera en el descanso nocturno?

El Café es una de las bebidas más populares en el mundo. | Foto: Pixabay

En primer lugar, para poder hacer el cálculo, los expertos recomiendan tener en cuenta que la cafeína actúa sobre el organismo durante casi 6 horas. De acuerdo a esto, igual que con el alcohol, hay que aclarar que la sensibilidad y la tolerancia a la cafeína depende de cada persona y su contextura física: hay quienes con un solo café ya tienen problemas para conciliar el sueño y quienes con 3 son capaces de dormir perfectamente. Para hacer las cuentas también es necesario pensar en la hora habitual en la que cada persona decide ir a la cama.

“Lo recomendable es beber café a partir de las 10 de la mañana y hasta las 12 del mediodía; y de las 14 de la tarde a las 17. Hay que evitar el café después de las 5 de la tarde si se quiere ir a la cama a las 11 de la noche, por ejemplo. Si se consume después de ese periodo, el café puede disminuir al menos una hora de sueño a quien lo consume”, considera la experta.