El bruxismo, una condición en la que las personas aprietan o rechinan los dientes de manera involuntaria, puede pasar desapercibido durante mucho tiempo. Este hábito puede ocurrir durante el día (bruxismo diurno) o durante la noche (bruxismo nocturno) y, aunque a menudo es ignorado, puede tener consecuencias significativas para la salud dental y general de quienes lo padecen.

Consecuencias del bruxismo

El bruxismo puede generar dolores de cabeza, problemas auditivos y trastornos en el sueño. Foto GettyImages. | Foto: Gettyimages
  • Dolor facial y de mandíbula: La presión ejercida sobre los músculos de la mandíbula durante el bruxismo puede causar dolor significativo. Esto incluye dolores de cabeza frecuentes, dolor de oído y molestias en el cuello y los hombros. En algunos casos, el bruxismo puede llevar a trastornos temporomandibulares (TTM), que se caracterizan por dolor crónico y disfunción de la articulación temporomandibular.
  • Trastornos del sueño: El bruxismo nocturno puede interrumpir el sueño tanto del afectado como de su pareja. Las personas con esta condición pueden despertarse frecuentemente durante la noche, lo que lleva a una mala calidad del sueño y, consecuentemente, a fatiga diurna, irritabilidad y dificultades de concentración.

Tratamientos del bruxismo

Bruxismo | Foto: GettyImages
  • Terapia física y ejercicios de relajación: La fisioterapia puede ser beneficiosa para aquellos con bruxismo relacionado con TTM. Los ejercicios específicos pueden ayudar a fortalecer y estirar los músculos de la mandíbula, mejorando su función y reduciendo el dolor. Además, las técnicas de relajación, como la meditación y el yoga, pueden disminuir el estrés y la ansiedad, factores que a menudo contribuyen al bruxismo.
  • Medicamentos: En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor o ayudar a relajar los músculos de la mandíbula. Los relajantes musculares pueden ser efectivos antes de dormir, mientras que los analgésicos pueden ser necesarios para manejar el dolor persistente. Sin embargo, estos tratamientos suelen ser a corto plazo y complementarios a otras terapias.
  • Corrección de hábitos: Cambiar ciertos hábitos diarios también puede ser beneficioso. Por ejemplo, evitar masticar chicle o morderse las uñas puede reducir el riesgo de daño adicional. También se recomienda evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol, ya que estos pueden exacerbar el bruxismo.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.