Controlar los niveles de glucosa en el organismo es crucial, no solo para quienes padecen de diabetes, sino para gozar de buena salud. Para esto, además de la dieta y la medicación, el ejercicio físico desempeña un papel fundamental en la gestión de esta condición.
Entre los diversos tipos de ejercicio que existen, uno de los que más se destacan es el de caminar, el cual es una actividad efectiva y accesible para reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Según el portal FreeStyle, caminar regularmente ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que significa que las células del cuerpo pueden utilizar la insulina de manera más eficiente para absorber la glucosa.
Esto es especialmente beneficioso para las personas con diabetes tipo 2, ya que la resistencia a la insulina es un problema común en esta condición.
Además, durante el ejercicio, los músculos utilizan glucosa para obtener energía, lo que ayuda a disminuir los niveles de azúcar en la sangre. Es por esta razón que caminar después de las comidas puede ser efectivo para prevenir picos de glucosa.
Esta actividad contribuye a la pérdida de peso y al mantenimiento de un peso saludable. La obesidad es un factor de riesgo significativo para la diabetes tipo 2, y la reducción de peso puede mejorar el control de la glucosa y reducir la necesidad de medicación.
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Caminar fortalece el corazón, mejora la circulación y reduce los niveles de colesterol y la presión arterial, disminuyendo así el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
Otra de las afectaciones que este ejercicio puede disminuir es el estrés, y es que, este puede afectar negativamente los niveles de glucosa en sangre. Por ello, caminar es una excelente manera de reducirlo y mejorar el bienestar mental, lo que indirectamente ayuda a mantener los niveles de glucosa bajo control.