La diabetes tipo 2 es una enfermedad que afecta a alrededor de 480 millones de personas en todo el planeta, aumentando además el riesgo de desarrollar hígado graso no alcohólico, una afección que puede evolucionar hacia la cirrosis y afectar la función hepática.
Expertos del campo de la medicina llevan tiempo advirtiendo a la sociedad sobre la necesidad de realizar cambios en la alimentación con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes con diabetes. La alimentación saludable y equilibrada es esencial para quienes padecen esta enfermedad y también la actividad física saludable.
Los expertos señalan que el desayuno es una de las comidas más importantes del día, especialmente para estas personas que padecen de diabetes tipo 2.
Los especialistas aseguran que un desayuno equilibrado ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a proporcionar la energía necesaria para comenzar el día. Además, desayunar de manera correcta evita los picos de azúcar y mantiene la glucemia estable.
Momento ideal para que un diabético desayune
Para los expertos en diabetes, el mejor momento para que una persona que sufre esta enfermedad desayune, es dentro de la primera hora después de despertarse.
Esto se debe a que el cuerpo es más sensible a la insulina en horas de la mañana, lo que quiere decir que es más eficiente a la hora de procesar carbohidratos que se consumen en el desayuno. Los expertos señalan que comer dentro de esa ventana de tiempo resulta beneficioso para prevenir picos de azúcar en la sangre y mejorar el control glucémico durante el día.
Así debe ser la dieta para prevenir la diabetes
Distintas investigaciones han sugerido que restringir la ingesta de carbohidratos puede contribuir a mejorar el control de los niveles de azúcar en la sangre.
Un estudio publicado en la revista JAMA Network Open destacó que una dieta baja en carbohidratos tiene la posibilidad de beneficiar a personas con diabetes no medicada y a aquellas que están en riesgo de diabetes al reducir sus niveles de azúcar en la sangre.
No obstante, la evidencia sobre si la reducción de carbohidratos afecta a los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes o prediabetes no tratada y sobre otros nutrientes prioritarios era limitada.
Y es que un nuevo ensayo controlado aleatorizado con más de 100 personas con diabetes tipo 2 reveló que una dieta baja en carbohidratos, alta en grasas y sin restricción calórica puede conducir a una pérdida de peso más efectiva y mejorar los niveles de glucosa en comparación con una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas.