Es importante consumir diariamente una variedad de fuentes de proteínas para obtener la energía necesaria que necesita el cuerpo para cumplir con diferentes actividades. Algunas fuentes más comunes de proteínas incluyen carne, aves, pescado, huevos, productos lácteos, legumbres, nueces y semillas.
La espirulina es un tipo de alga verde-azulada que en los últimos años ha ganado seguidores que la consideran un superalimento, debido a sus cualidades nutricionales, especialmente porque contiene más proteína por gramo que la carne. En promedio, la espirulina se compone de aproximadamente un 60-70% de proteínas.
La espirulina es rica en proteínas, vitaminas (como la vitamina B12, vitamina K y betacaroteno), minerales (como el hierro, calcio y magnesio) y antioxidantes. También contiene ácidos grasos esenciales, incluyendo ácido gamma-linolénico.
Se ha utilizado tradicionalmente como alimento en diferentes culturas, especialmente en África y América Central. En la actualidad, la espirulina se consume en forma de suplemento dietético en tabletas, cápsulas o polvo.
Este ingrediente, que se puede conseguir en cápsulas o polvo para diluir en los diferentes alimentos, se ha convertido en una opción segura y saludable que aporta nutrientes al cuerpo y, además, ayuda a prevenir enfermedades crónicas, contribuye en el proceso de pérdida de peso y es buena para la salud en general.
De hecho, el portal Mejor con Salud reveló que la espirulina o spirulina es conocida como suplemento alimenticio para bajar de peso, pero también es ideal para controlar el colesterol, los triglicéridos y prevenir la osteoporosis durante la menopausia, por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Se cuentan entre sus beneficios que es
- Antiinflamatorio: Algunos estudios sugieren que la espirulina puede tener propiedades antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para reducir la inflamación en el cuerpo. Esto puede ser especialmente relevante en el contexto de enfermedades crónicas como la artritis reumatoide o la enfermedad inflamatoria intestinal.
- Antioxidante: La espirulina contiene antioxidantes, como la ficocianina, que pueden ayudar a proteger las células del daño oxidativo causado por los radicales libres. Los antioxidantes tienen un papel importante en la salud general y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Mejora del sistema inmunológico: Se ha sugerido que los componentes de la espirulina pueden estimular y fortalecer el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a prevenir infecciones y enfermedades.
- Controla el azúcar en la sangre: Algunos estudios preliminares han encontrado que la espirulina puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede ser beneficioso para las personas con diabetes tipo 2.
Es además una buena alternativa, para aquellos que siguen dietas vegetarianas o veganas, ya que es una fuente completa de proteínas, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.
Cómo incorporar la espirulina en la dieta
La espirulina está disponible en varias formas, incluyendo tabletas, cápsulas y polvo. Es importante tener en cuenta que la dosis recomendada puede variar según la marca y la concentración del producto. Es recomendable comenzar con una dosis baja y ajustar según sea necesario.
Le puede interesar: Infusión natural para combatir infecciones urinarias y prevenir gases
- Batidos: Agregar una cucharadita de espirulina en polvo a su batido es una forma fácil y sabrosa de disfrutar sus beneficios.
- Suplementos: Si prefiere una opción más conveniente, puede tomar suplementos de espirulina en forma de tabletas o cápsulas.
- En recetas: También puede mezclarla en polvo en salsas, sopas o aderezos para ensaladas para aumentar su contenido proteico y nutricional.
Aunque se considera generalmente segura para la mayoría de las personas, algunas pueden experimentar efectos secundarios leves, como malestar estomacal o reacciones alérgicas.