La elección del tipo de leche y la cantidad adecuada (porción) son puntos básicos para lograr un equilibrio en la alimentación del paciente con diabetes. Las recomendaciones del consumo de leche deberán tener como objetivos principales evitar excesos en la alimentación y aportar los nutrientes necesarios con un equilibrio en el aporte de energía.
En Colombia, una de cada diez personas sufre de diabetes y esto se debe a que casi la mitad de los individuos con esta patología no saben que están enfermos, según un estudio del Ministerio de Salud.
Además, el Atlas de la Diabetes, de la Federación Internacional de Diabetes, advirtió que, de mantenerse la tendencia continua, para el año 2045 cerca de 700 millones de adultos en el plantea tendrán esta enfermedad.
Un exceso de calorías (energía), de grasas saturadas o carbohidratos podrían traducirse en niveles elevados de azúcar en sangre, sobrepeso u obesidad.
Al respecto, la recomendación de leche es de una taza de 240 ml al día. Sin embargo, en cada caso la sugerencia puede variar, conforme las características individuales de cada individuo. Por ello, se debe visitar al especialista en nutrición para obtener una recomendación personalizada.
La mejor opción es aquella que se prescribe de forma individual y personalizada de acuerdo a cada paciente con diabetes. La sugerencia para estas personas es elegir leche descremada o baja en grasas. Si se tiene intolerancia a la lactosa, se deberán elegir las versiones deslactosadas.
Nutrientes que aporta la leche
La leche aporta cantidades necesarias de nutrientes como:
- Calcio
- Magnesio
- Riboflavina
- Selenio
- Ácido pantoténico
- Vitamina B12.
Finalmente, la Ssa indica también que el consumo habitual de leche se vincula con la disminución del riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y la osteoporosis. A las personas con diabetes se les recomienda consumir leche descremada o baja en grasas por varias razones:
- Control de peso: La leche descremada o baja en grasas contiene menos calorías y grasas saturadas que la leche entera. Esto puede ayudar a las personas con diabetes a controlar su peso y mantener un índice de masa corporal saludable.
- Control de los niveles de glucosa en sangre: Los productos lácteos enteros, que contienen más grasa, pueden tener un mayor contenido de carbohidratos y un índice glucémico más alto. La leche descremada o baja en grasas tiene menos carbohidratos y puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Prevención de enfermedades cardiovasculares: Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Al elegir leche descremada o baja en grasas, se reduce la ingesta de grasas saturadas, lo que puede ayudar a mantener niveles saludables de colesterol y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y las necesidades dietéticas pueden variar. Es recomendable consultar a un profesional de la salud o a un dietista registrado para recibir recomendaciones específicas y adaptadas a cada caso.
Por último, tres sugerencias más que son de gran importancia para las personas que padecen esta enfermedad: la leche de almendras sin azúcar, también es una excelente opción; leche de soja, un producto muy rico en vitamina B12; leche de cabra baja en grasa que, por taza, aporta 8 gramos de proteínas y 11 gramos de hidrato de carbono.
Estos productos tienen menos carbohidratos que la leche común; los carbohidratos son los nutrientes que más influyen en los niveles de glucosa en sangre.