El café es una de las bebidas imprescindibles para muchas personas. Sin embargo, más allá de su posible adicción, el café puede tener tanto beneficios como inconvenientes para nuestra salud a largo plazo.
Según investigaciones recientes, el café puede tener beneficios para prevenir o eliminar los cálculos renales. No obstante, consumir excesivas cantidades de esta bebida podría ocasionar problemas renales similares. Se ha observado que los efectos secundarios de la cafeína pueden contribuir a la hipertensión y la hiperinfiltración, lo que, si se mantiene durante mucho tiempo, podría dañar los riñones.
La cantidad y frecuencia con la que bebes café juega un papel clave en el deterioro o la mejora de algunas funciones, especialmente las renales. Diversas instituciones de salud y universidades han señalado posibles beneficios para nuestra salud, como la reducción del riesgo de desarrollar una lesión renal aguda.
¿Qué sucede cuando consumes 2 o 3 tazas de café al día?
Según un estudio publicado en la revista científica Kidney International Reports el pasado 5 de mayo, el consumo diario de café, sin importar la cantidad, reduce el riesgo de lesión renal aguda en un 15%. Incluso entre aquellas personas que consumen dos o tres tazas diarias de café, se observó una reducción de riesgo de entre el 22% y el 23%.
“Si bien éramos conscientes de la relación de que el consumo habitual de café y la prevención de enfermedades crónicas y degenerativas, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y las hepatopatías, ahora podemos añadir a los beneficios de la cafeína, la reducción del riesgo de la lesión renal aguda”, declaró el Dr. Chirag Parikh, director de la División de Nefrología y profesor de medicina en la Universidad Johns Hopkins.
¿Qué es una lesión renal aguda?
Una lesión renal aguda es una disfunción repentina de los riñones que puede ocurrir en cuestión de horas o días, y se caracteriza por la acumulación de productos de desecho en la sangre y la alteración del equilibrio de líquidos en el cuerpo. Este problema suele ser más frecuente en pacientes hospitalizados que presentan una disminución de la función renal debido a complicaciones y cambios fisiológicos derivados de intervenciones quirúrgicas y farmacológicas.
Dolores de espalda relacionados con una enfermedad en los riñones
Son numerosas las personas que han experimentado de forma constante molestias en la espalda y, en ocasiones, pueden confundirse con un dolor renal. Los especialistas enfatizan que antes de diagnosticar una enfermedad del riñón, es crucial identificar el origen preciso del malestar y buscar atención médica si estos dolores persisten.
Es importante destacar que los trastornos renales son afecciones de salud que, entre los síntomas generales, incluyen incomodidad y dolor de intensidad variable.
Asimismo, es relevante resaltar que los riñones desempeñan un papel esencial en la eliminación de desechos y el equilibrio de los niveles de líquidos y electrolitos en el cuerpo, por lo que cuando se ven afectados, es común experimentar dolor en la zona lumbar.
Este dolor puede ser causado por condiciones como cálculos renales, infecciones o inflamaciones. Sin embargo, se puede distinguir del dolor de espalda, ya que el dolor renal se percibe en lo profundo de los costados o en el centro de la espalda. Esto significa que se siente entre la parte inferior de las costillas o la caja torácica, a diferencia del dolor de espalda, que es más superficial y se localiza en la región lumbar, cerca del glúteo.
Síntomas del dolor de espalda:
- Por lo general es en la parte baja de la espalda.
- El dolor es punzante.
- Empeora al realizar ciertas actividades.
- Puede aliviarse al descansar o cambiar de posición.
Síntomas del dolor del riñón:
- Malestar en lo profundo del cuerpo y en la parte alta de la espalda.
- Puede ocurrir en uno o ambos lados. Aunque el dolor se origina en la zona lumbar, puede extenderse hacia la ingle y el abdomen.
- No desaparecer con cambios de posición o con descanso.
- Algunas personas pueden experimentar punzadas agudas o cólicos intensos, especialmente si hay presencia de cálculos renales.
- Los problemas renales a menudo van acompañados de cambios en la frecuencia y cantidad de orina. Además, se puede registrar sangre en la orina.
- Es posible que el dolor sea difícil de localizar.
- Además del dolor y los cambios en la micción, es posible experimentar otros síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, malestar general y debilidad.
No obstante, es relevante resaltar que estos indicios pueden diferir de una persona a otra y están condicionados por la raíz subyacente del malestar renal. Por tanto, los especialistas recomiendan que, en caso de que el dolor perdure, lo más apropiado es acudir al médico a fin de someterse a los exámenes necesarios.