El desgaste dental es un fenómeno natural, especialmente en personas de edad avanzada, debido al uso constante de los dientes durante la masticación. Sin embargo, algunas personas experimentan desgaste dental prematuro, principalmente por bruxismo.
El bruxismo es un trastorno caracterizado por apretar y rechinar los dientes de forma involuntaria, tanto de día como durante el sueño, lo que provoca un desgaste significativo de los dientes. Además del bruxismo, existen otras causas de desgaste dental.
El desgaste dental
El desgaste dental se refiere a la pérdida progresiva de la superficie del diente debido a factores distintos a la caries y el trauma oclusal.
Este desgaste aumenta con la edad y es más frecuente en hombres que en mujeres. Inicialmente, afecta al esmalte, la capa más dura del diente, y puede avanzar hasta la dentina, una capa más blanda, en casos severos. El esmalte protege nuestros dientes de daños causados por mordidas y el contacto con alimentos o bebidas extremas en temperatura y acidez.
El desgaste dental puede clasificarse en tres tipos: erosión, atrición y abrasión.
- Erosión: Esta es la pérdida progresiva de la superficie dental debido a la disolución química o ácida. El consumo frecuente de bebidas carbonatadas y zumos de frutas ácidos es una causa común. También afecta a personas con reflujo gastroesofágico debido a trastornos alimentarios.
- Atrición: Esto es la pérdida de la superficie dura de los dientes por rechinar o masticar contra los dientes opuestos. El bruxismo, un hábito involuntario de apretar y frotar los dientes, es una causa común. La fuerza aplicada durante el bruxismo, que ocurre principalmente de noche, puede provocar desgaste severo.
- Abrasión: La abrasión es la pérdida del esmalte dental debido a técnicas de cepillado incorrectas o el uso de los dientes como herramientas. Esto puede causar muescas en la unión de la corona y la raíz de los dientes.
Prevenir el desgaste dental
Para los distintos tipos de casos se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
En caso de bruxismo:
Dado que el estrés es una causa principal del bruxismo, reducir el estrés puede ayudar a minimizar el desgaste dental. Tomarse descansos y gestionar el estrés es fundamental. Además, el uso de una férula de descarga, que protege los dientes de la presión ejercida durante el bruxismo, es recomendable. Esta férula, hecha de resina rígida, se usa normalmente por la noche.
En caso de erosión:
Para prevenir el desgaste dental por erosión ácida, se recomienda:
- Reducir o eliminar el consumo de bebidas carbonatadas y zumos ácidos.
- No retener bebidas o alimentos ácidos en la boca por mucho tiempo.
- Masticar chicles sin azúcar para estimular la producción de saliva.
- Usar un cepillo de dientes suave y pasta dental con flúor, pH neutro y poco abrasiva.
En caso de abrasión:
Para prevenir la abrasión, es esencial adoptar técnicas de cepillado correctas y evitar usar los dientes como herramientas para sujetar o abrir objetos.
Si el desgaste dental ya es significativo, es crucial recibir tratamiento para evitar daños mayores, reducir la sensibilidad y proteger el nervio dental. Los tratamientos pueden variar desde reconstrucciones simples hasta la colocación de carillas dentales o coronas, dependiendo del grado de desgaste.