Un calambre muscular puede producirse después de trabajar demasiado un músculo o forzarlo, perder líquidos corporales a través del sudor o simplemente mantener una postura durante mucho tiempo. Sin embargo, a menudo se desconoce la causa
Aunque son más frecuentes en deportistas, durante o después del ejercicio, también son habituales en personas mayores, personas con sobrepeso y mujeres embarazadas. Pueden darse mientras se está activo o en reposo y resultan verdaderamente molestos.
Algunos calambres musculares se producen tras un esfuerzo físico importante sin que se repongan los líquidos perdidos por el cuerpo al sudar. En este sentido, la deshidratación es su principal culpable. Pero no es la única causa. Lo cierto es que la falta de algunos nutrientes y minerales como el calcio, el potasio, el magnesio y vitaminas del grupo B y E también redundan en una mayor afección por calambres.
¿Cuál es la causa de los calambres musculares?
Las causas de los calambres musculares son muchas, pero la más común es el tensar u ocupar demasiado un músculo. Igualmente, la compresión de los nervios, por problemas como una lesión de la médula espinal o un nervio pinzado en el cuello o la espalda, causan calambres.
Otras razones son la deshidratación, los bajos niveles de electrolitos como magnesio, potasio o calcio; los músculos con poca irrigación sanguínea, el embarazo, algunos medicamentos y el estar bajo tratamiento de diálisis.
Los especialistas aseguran que cualquier persona está en riesgo de tener calambres musculares, pero son más propensas aquellas que sufren sobrepeso, los adultos mayores, los atletas, las mujeres embarazadas y quienes padecen ciertas afecciones médicas como enfermedades de la tiroides y complicaciones nerviosas.
Y aunque los calambres generalmente no necesitan tratamiento, se pueden aliviar estirando o masajeando suavemente el músculo; poniendo calor cuando el músculo está tenso y hielo cuando está con dolor y mantenerse hidratado.
Si la causa de los calambres es otro problema de salud, es probable que tratar el problema específico ayude. Existen medicamentos que los proveedores a veces recetan para prevenir los calambres, pero no siempre son efectivos y pueden causar efectos secundarios.
Para evitar el consumo de medicamentos, la dieta se convierte en una importante aliada para mantener estos espasmos musculares a raya. Asegúresede beber suficiente agua, así como de seguir una alimentación rica en potasio, magnesio, calcio y vitaminas E y B.
Algunos de estos alimentos son:
Plátano: El plátano es rico en potasio, vital para controlar los impulsos nerviosos de los músculos. También contiene magnesio, hierro y betacaroteno.
Aguacate: Especialmente interesante por su aporte en magnesio y vitaminas del grupo B y E.
Frutos secos: Aportan muchos beneficios, entre ellos por su alto contenido en magnesio y calcio.
Lácteos: La leche y sus derivados –kéfir, yogur, queso…– son ricos en calcio, con el que no solo fortalecemos los huesos, sino que también evitamos calambres.
Brócoli: Esta verdura entraña muchas ventajas para nuestra salud. Entre ellas, sobresale su aporte de calcio.
Espinacas: En las espinacas encontramos un completo aporte de potasio y calcio, ambos con influencia en el proceso de contracción muscular.
Acelgas: Las acelgas son ricas en potasio que, como ya hemos visto, es muy bueno contra los calambres.
Mariscos: El marisco contiene mucho potasio, sobre todo las almejas.
Cereales integrales: La pasta, arroz y panes integrales nos proporcionan magnesio.
Legumbres: Además de ser ricas en proteínas, las legumbres contienen un interesante aporte de magnesio.
Alimentos a evitar
Algunos alimentos con propiedades diuréticas como el té, el café, los espárragos, el apio, el pepino y la piña favorecen la eliminación de líquidos, propiciando así una mayor deshidratación. Si te cuesta beber la cantidad de agua recomendada, evita esta clase de alimentos.
También hay que limitar el consumo de azúcar, puesto que también acentúa la deshidratación y favorece la pérdida de electrolitos, conque los calambres harán acto de presencia.