El desayuno es considerado la comida más importante del día y es determinante para tener un estilo de vida saludable. Teniendo en cuenta que se ingiere después de un largo periodo de ayuno por las horas de sueño, es una comida clave para el inicio de la jornada y para compensar el gasto de energía.

Sin embargo, son muchas las personas que comienzan el día sin el desayuno. De hecho, se estima que este hábito es más común entre los adolescentes. Por eso, dos científicos realizaron una investigación para determinar si el desayuno realmente tiene un impacto directo en el rendimiento de los estudiantes en sus clases.

Los investigadores de la Universitat de València Nerea Gómez Fernández y Juan Francisco Albert son los autores del trabajo “¿Afecta al rendimiento académico saltarse el desayuno? Evidencia en PISA” aplicado a estudiantes de 15 años.

Iniciar el día con el desayuno es clave para tener energía para las actividades diarias. | Foto: EMS-FORSTER-PRODUCTIONS

En el estudio, buscaban concluir si desayunar antes de estudiar se traduce en mejores niveles de rendimiento académico en las competencias de lectura, matemáticas y ciencias.

Para esto, los investigadores utilizaron datos de la ronda 2015 del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa). Entre otros factores, se tuvieron en cuenta “efectos fijos” de la escuela y del país que pudieran incidir en el resultado.

En primer lugar, hay que saber que el 35 % de los participantes de Pisa en 2015 revelaron que no desayunaban antes de ir al colegio. A partir de estos datos, los científicos pudieron concluir que desayunar antes de ir a estudiar se relaciona con mejores puntuaciones en dos áreas: ciencias y matemáticas.

“Nuestros resultados muestran que desayunar antes de ir a la escuela se asocia con puntuaciones más altas en matemáticas y ciencias, mientras que la asociación no es estadísticamente significativa en lectura”, revela el estudio.

Los investigadores detrás del estudio recomendaron desarrollar políticas públicas para garantizar que los niños desayunen.

Los investigadores fueron más allá de los resultados, pues expresaron que “sería recomendable desarrollar políticas dirigidas a incentivar a los adolescentes a desayunar, tales como programas de desayunos escolares o políticas de concienciación en redes sociales, para aprovechar todos los beneficios que conlleva el hábito de desayunar, incluyendo las ventajas a nivel académico demostradas en esta investigación”.

¿Qué debe desayunar un niño en etapa escolar?

La Academia de Nutrición y Dietética coincide en que los niños que desayunan antes de la jornada escolar se desempeñan mejor en el salón de clases. También señala que, al igual que en las otras comidas del día, la recomendación es consumir una porción balanceada de frutas y verduras, proteínas, granos y lácteos.

El portal de la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ofrece varios consejos para garantizar que los niños inicien el día con un desayuno adecuado.

Primero, es clave que los alimentos consumidos por sus hijos sean ricos en nutrientes y bajos en sodio y azúcares añadidos. A la hora de comprar los productos, es clave revisar muy bien la etiqueta de los alimentos para determinar la cantidad de nutrientes que se consumirán.

Al igual que las otras comidas del día, el desayuno debe incluir diferentes macronutrientes.

“Si sus niños están físicamente activos para empezar el día con energía necesitan suficiente calorías para mantenerse activos”, se lee en el blog de la FDA, que sugiere incluir proteínas, grasas y carbohidratos para que los niños se sientan llenos hasta la hora del almuerzo. En las opciones de proteína, puede incluir huevos, nueces, una tajada de carnes frías o queso, o un vaso de yogur.

Otro punto clave es saber que ningún alimento debería estar vetado y darle a los niños “lo que les gusta”. “Una rebanada de pizza hecha con masa de trigo integral con verduras para el desayuno también funciona. O puede hacer panecillos con calabaza y zanahoria y untarle mantequilla de cacahuate o maní o almendras como proteína y un vaso de leche”, recomienda el portal.