Los resultados de una investigación científica, publicados por la revista Cell en 2018, han llamado la atención de la comunidad médica por su potencial en el rejuvenecimiento celular humano. Se trata del estudio clínico en roedores sobre ‘El deterioro de una red de señalización endotelial NAD+-H2S como una causa reversible de envejecimiento vascular’, realizado por científicos de Harvard, el MIT y la Universidad de Pennsylvania.
En el experimento, los investigadores trataron a ratones con una molécula que resultó capaz de impedir el deterioro del flujo sanguíneo y aumentó la resistencia en ratones ancianos al promover aumentos en la densidad capilar, un efecto aumentado con el ejercicio.
Según los científicos, “estos hallazgos tienen implicaciones para mejorar el flujo sanguíneo a órganos y tejidos, aumentar el rendimiento humano y restablecer un círculo virtuoso de movilidad en las personas mayores”. Es decir, hay probabilidad de desarrollar tratamientos para ralentizar el deterioro de las células en estos tejidos que con los años van perdiendo su elasticidad y movilidad, generando probabilidades de mortalidad por enfermedades asociadas.
De acuerdo con el medio de salud Cronista, luego de obtener resultados alentadores con ratones, el experimento se replicó en un cultivo de células humanas, dando resultados comparables y abriendo la posibilidad a lo que sería un estudio clínico en seres humanos, pero sobre este último no hay confirmación a la fecha.
La molécula que estaría detrás de este descubrimiento es la molécula NAD+-H2S, que funcionaría como un activador de telomerasa, es decir, de una enzima fundamental para las células, puesto que su trabajo es renovar la longitud de los telómeros que se desgastan con la permanente división celular. Cuando los telómeros son demasiado cortos, la célula deja de dividirse y muere.
Lo que buscan los científicos es hacer más lento este proceso a través de la molécula, de modo que una persona pueda tener un organismo más resistente y funcional por más tiempo. Algo que, en pocas palabras y exagerando, podría calificarse de detener el envejecimiento humano. Son muchas las aplicaciones que tendría esta molécula, puesto que podría emplearse en otros tipos de células, lo que resulta muy prometedor para la medicina actual.
“Incluso a los 32 meses de edad, los efectos del envejecimiento en la microvasculatura del ratón fueron sorprendentemente fáciles de revertir. Hasta dónde sabemos, esta es la primera vez que una molécula pequeña induce la neovascularización a una edad avanzada”, sostuvieron los autores del estudio.