La inflamación muscular es una reacción natural del cuerpo ante diversos estímulos, como el ejercicio físico, lesiones, contracturas o enfermedades como la artritis. Esta respuesta puede manifestarse a través de síntomas como enrojecimiento, hinchazón, dolor y limitación de la movilidad.

Entre las vitaminas fundamentales para contrarrestar la inflamación muscular se encuentran:

Los dolores musculares se ven asociados con muchas afecciones. | Foto: Getty Images

Vitamina A: Además de mantener una piel y vista saludables, la vitamina A contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico y al cuidado del tejido muscular. También regula los procesos inflamatorios al disminuir los niveles del mediador inflamatorio MCP-1. Se puede obtener a través de alimentos como zanahorias, batatas, espinacas y mangos.

Vitamina E: Esta vitamina es esencial para la salud del organismo y puede reducir los niveles de citoquinas, unos mediadores inflamatorios, según un estudio realizado por la Universidad de Illinois, Estados Unidos. Se encuentra en frutos secos, semillas de girasol, aceites vegetales, espinacas, tomates, brócoli y kiwis.

Vitamina C: Conocida por fortalecer el sistema inmunológico, la vitamina C también es fundamental para la protección y curación de los tejidos musculares, aliviando el dolor muscular y articular. Se encuentra en alimentos como espinacas, brócoli, cítricos, manzanas, ciruelas, té verde y chocolate.

Vitaminas del complejo B: Estas vitaminas son esenciales para mantener una piel sana, regular el metabolismo y fortalecer el sistema inmunológico. También contribuyen a reducir el dolor e inflamación a nivel muscular y articular, así como a mantener el tono muscular. Se encuentran en huevos, carnes magras, hígado y nueces.

Vitamina D: Esta vitamina, producida naturalmente por nuestro organismo a través de la exposición solar, es necesaria para la salud ósea y cardiovascular. Dada la reducida exposición al sol en algunos casos, los médicos pueden recetar suplementos de vitamina D para mantener niveles adecuados.

Vitamina K: Previene la inflamación al inhibir los marcadores proinflamatorios producidos por los glóbulos blancos. También mejora la salud cardiovascular y ósea, reduciendo la calcificación y rigidez del tejido vascular. Se encuentra principalmente en vegetales.

Entre los beneficios de la dieta balanceada se encuentra la reducción en el riesgo de contraer múltiples enfermedades.

Aparte de las vitaminas, existen otros recursos naturales que pueden ayudar a combatir la inflamación muscular y ser la opción número siete para mejorar la salud de los músculos:

Cúrcuma: Originaria del sureste de Asia, la cúrcuma es una especia con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Contiene curcumina, un componente que ha demostrado ayudar a aliviar el dolor muscular y la inflamación articular en estudios realizados.

Canela: Esta especia no solo añade sabor a los alimentos, sino que también influye en la sensibilidad a la insulina y tiene actividad antioxidante. Se ha observado que puede ayudar a reducir el dolor muscular debido a sus propiedades antioxidantes.

El dolor en los músculos puede ser ocasionado por una sobrecarga, exceso de ejercicio, pero también por malas posturas. | Foto: South_agency/Getty Images

Es así como mantener una alimentación balanceada y completa, rica en estas vitaminas y recursos naturales, puede ser beneficioso para reducir la inflamación muscular y mejorar el proceso de recuperación.

No obstante, antes de incorporar suplementos o cambios significativos en la dieta, es aconsejable consultar con un profesional de la salud para asegurarse de que se adapte a las necesidades y condiciones individuales.

¿Qué puede generar dolor muscular?

El dolor muscular puede ser generado por diversos factores, como el ejercicio intenso o mal realizado, tensiones repetitivas, lesiones, posturas inadecuadas, estrés, inflamaciones, falta de descanso, deshidratación, enfermedades, y trastornos musculares.

El sobreuso, falta de calentamiento o estiramiento, y cambios abruptos en la actividad física también pueden desencadenar dolor. Adicionalmente, ciertas condiciones médicas como fibromialgia o síndrome del dolor miofascial pueden causar dolor muscular crónico.

Es importante abordar adecuadamente las causas subyacentes, descansar cuando sea necesario, mantener una buena hidratación y realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para prevenir y aliviar el dolor en los músculos.