La sal en un producto común en la dieta de las personas debido a que esta no solo es incluida en la mayoría de preparaciones en casa, sino que también hace parte de muchos alimentos procesados que se compran en tiendas y supermercados.
Aunque el sodio, mineral presente en la sal así como el cloruro, es un elemento necesario para el correcto funcionamiento del organismo, este solo se requiere en una pequeña cantidad, por lo que tenerlo en mayores y grandes proporciones puede ser perjudicial para la salud.
Las personas con exceso de sal en el organismo podrán inferirlo gracias a algunas señales que emite el cuerpo. Las principales son:
- Agotamiento por deshidratación, la cual no desaparece ni ingiriendo suficiente cantidad de líquido., cuyas causas van desde no ingerir suficiente líquido, diarrea, insuficiencia renal y uso de diuréticos.
- Un gran sensación de sed en diferentes momentos del día, aunque se tome agua.
- Confusión o mareo.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) recomienda revisar qué alimentos se han consumido, si llega a presentar algunos de los mencionados síntomas. Luego de un estudio, la institución reveló que el exceso sal se puede presentar, en primer lugar, si se han ingerido productos cárnicos, luego aparece el pan, los precocinados, los quesos y las conservas de pescados.
Asimismo, señala que hay que considerar que hasta un 37 % de la ingesta diaria de sodio proviene de la cena, mientras menos de un 34 % está en el desayuno, por lo que hay que estar atento después de estas comidas.
Cabe señalar que una cucharada de 5 mililitros de sal contiene alrededor de 2300 miligramos de sodio, cantidad que ya sobrepasa los límites recomendados para la mayoría de la población.
De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, los niveles máximos recomendados de sal al día para cada grupo etario son:
- Bebés menores de 6 meses: 110 mg
- Bebés de 6 a 12 meses de edad: 370 mg
- Niños de 1 a 3 años: 800 mg
- Niños de 4 a 8 años: 1000 mg
- Niños y adolescentes de 9 a 18 años: 1500 mg
- Adultos con cuadros de presión arterial alta: 1500 mg
- Adultos sanos: 2300 mg
La clave de la gravedad del sodio está en que extrae el agua contenida en las células, por lo que, si no se da una respuesta rápida contrarrestando la deshidratación con el suficiente líquido, pueden presentarse afecciones de salud de gravedad, que incluso podrían llevar a la muerte. Las principales son:
Mal funcionamiento de los riñones: Si los riñones empiezan a presentar fallas en el ejercicio de sus funciones, puede ocasionarse la acumulación de productos de desecho en el organismo y el exceso de agua en el cuerpo.
Retención de líquidos: El exceso de sodio puede generar edemas bajo la piel por retención de líquidos en zonas que, al no estar conectadas con el sistema circulatorio, llevarían al aumento de peso y al mayor esfuerzo (por encima de sus niveles regulares) a varios órganos vitales, como el corazón.
Accidentes cerebrovasculares: Las células cerebrales comenzarán a morir en minutos si la cantidad de sangre requerida por el cerebro o una parte de este empieza a presentar disminución u obstrucción, como consecuencia de los altos niveles de sodio en los torrentes sanguíneos.