La avena es considerada un tesoro en el mundo de los alimentos saludables. Es conocida por sus numerosos beneficios para la salud, como su capacidad para reducir el colesterol, regular el azúcar en la sangre y promover la saciedad.
La avena es un grano integral que contiene fibra soluble e insoluble. La fibra insoluble, que no se disuelve en agua, es responsable de facilitar el tránsito intestinal. Aunque la fibra insoluble puede causar gases en algunas personas sensibles, no es la única razón detrás de los gases relacionados con la avena.
La fibra soluble presente en la avena es en realidad beneficiosa para la digestión y puede ayudar a prevenir el estreñimiento. Sin embargo, para algunas personas, una súbita incorporación de una mayor cantidad de fibra en la dieta puede provocar gases temporales mientras el sistema digestivo se ajusta.
Hay ciertos pasos que se pueden seguir para preparar y cocinar la avena de manera que se reduzcan las posibilidades de gases:
- Remojo previo: Antes de cocinar la avena, considerar remojar la avena durante varias horas o incluso durante la noche. El remojo ayuda a ablandar los granos y a eliminar parte de la fibra soluble que podría causar gases.
- Cocción completa: Cocinar la avena a fuego lento y asegurarse de que esté bien cocida. La cocción completa ayuda a descomponer las fibras y a hacerlas más fáciles de digerir.
- Añadir condimentos digestivos: Agregar especias como el jengibre, la canela o el comino a la avena puede ayudar a mejorar la digestión y reducir la posibilidad de gases.
- Porciones moderadas: Si es la primera vez que se consume la avena o si la persona tiene un sistema digestivo sensible, es recomendable comenzar con porciones más pequeñas y aumentar gradualmente a medida que el cuerpo se adapte.
- Masticación lenta: Masticar bien la avena para ayudar a descomponer los carbohidratos y facilitar la digestión.
Además de la avena, existen varios otros alimentos que pueden causar gases en algunas personas debido a su contenido de fibra, carbohidratos fermentables o propiedades específicas. Es importante recordar que la tolerancia a estos alimentos varía de una persona a otra, y lo que puede causar molestias a una persona puede no afectar a otra.
Aquí hay una lista de otros alimentos que a veces pueden ocasionar gases:
- Legumbres: Fríjoles, lentejas, garbanzos y otras legumbres contienen carbohidratos fermentables y fibra, lo que puede provocar gases en algunas personas. Remojarlas antes de cocinar y enjuagar bien puede ayudar a reducir la cantidad de compuestos que causan gases.
- Brócoli, coliflor y coles de bruselas: Estas verduras crucíferas contienen fibra y compuestos que pueden ser difíciles de digerir para algunas personas, lo que puede generar gases. Cocinarlas al vapor en lugar de comerlas crudas puede hacerlas más fáciles de digerir.
- Cebollas y ajo: Estos alimentos contienen compuestos que pueden causar gases y molestias digestivas en algunas personas. Cocinarlos puede ayudar a reducir su efecto.
- Cereales integrales: Al igual que la avena, otros cereales integrales como el centeno, la cebada y el trigo integral también pueden ser ricos en fibra y causar gases en algunas personas.
- Lácteos: Algunas personas pueden tener dificultades para digerir la lactosa, el azúcar presente en los productos lácteos. Esto puede llevar a la producción excesiva de gases. Optar por alternativas sin lactosa o tomar enzimas digestivas puede ayudar.
- Bebidas gaseosas: Las bebidas carbonatadas como refrescos y agua con gas pueden introducir aire en el sistema digestivo, lo que puede llevar a la formación de gases.
- Chicles y caramelos sin azúcar: Los edulcorantes artificiales utilizados en estos productos pueden ser difíciles de digerir y causar gases en algunas personas