La canela, conocida por su sabor distintivo y su aroma reconfortante, se ha utilizado en diversas culturas como una especia y como una planta medicinal desde hace siglos. En los últimos años, ha surgido un creciente interés en su potencial para ayudar a controlar el azúcar en la sangre, especialmente en personas con diabetes tipo 2.
Varios estudios científicos han examinado los posibles efectos de la canela en el metabolismo de la glucosa y han arrojado resultados prometedores. Según la Asociación Americana de Diabetes, se ha observado que la canela puede mejorar la sensibilidad a la insulina, una hormona crucial en el metabolismo de la glucosa. Esto significa que el cuerpo puede utilizar la insulina de manera más efectiva, lo que ayuda a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables.
Se cree que los componentes activos de la canela, como el cinamaldehído, pueden tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que contribuyen a su efecto regulador en los niveles de azúcar en la sangre. Estas propiedades podrían ayudar a reducir la resistencia a la insulina y mejorar la absorción de glucosa por parte de las células.
La forma en que se consume la canela también es relevante. Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, se recomienda consumir de 1 a 6 gramos de canela al día para obtener posibles beneficios en la regulación del azúcar en la sangre. Esto se puede lograr agregando canela en polvo a alimentos y bebidas, como batidos, yogur, café o té, o incluso espolvoreándola sobre frutas y cereales.
Sin embargo, es importante destacar que la canela no debe considerarse como un sustituto del tratamiento médico convencional para la diabetes. Si bien puede ser un complemento beneficioso, es esencial que las personas con diabetes consulten a su médico o profesional de la salud antes de realizar cambios en su dieta o tratamiento.
Yogur para reducir el riesgo de padecer diabetes
De acuerdo con cálculos del Ministerio de Salud, se estima que en Colombia entre el 8,5 y 9% de la población adulta padece diabetes, esto representa por lo menos unos cuatro millones de personas aproximadamente.
Y es que los altos niveles de azúcar en la sangre, especialmente por los hábitos alimenticios, es uno de los problemas de salud más comunes dentro de la población incluso mundial.
Pero a pesar de ser recurrente su presencia aún sigue siendo una enfermedad en la que los científicos continúan explorando, pues aparte de la insulina como hormona que controla la glucosa, no existe todavía una cura. De allí la importancia de prevenirla e intentar mantener un buen control de ella en caso de padecerla sobre todo a través de la alimentación.
Una reciente investigación publicada por la revista Nature Communications y llevada a cabo por la Université Laval de Canadá y la compañía Danone Nutricia concluyó que el consumo de yogur natural podría ser muy beneficioso para reducir el riesgo de padecer diabetes y disminuir los niveles de azúcar en la sangre.
De acuerdo con el trabajo académico realizado en ratones alimentados con una dieta rica en azúcares y grasas, el consumo frecuente de este alimento preserva la homeostasis, es decir un ambiente estable y saludable de la glucosa en todo el cuerpo y previene la resistencia a la insulina hepática y la esteatosis hepática o la acumulación de grasa en el hígado.
Tras doce semanas, unos tres meses, en los que a un grupo de ratones se les dio dos porciones diarias de yogur, mientras que a otros no se les dio nada, los resultados concluyeron que los que habían recibido el alimento presentaron un mejor control del azúcar en la sangre, menor resistencia a la insulina y mejor función de su hígado.
Estos efectos beneficiosos se deben sobre todo a la acción de la microbiota intestinal con las bacterias que contienen productos lácteos fermentados bajos en grasa, entre los que se incluyen todas las variedades de yogur y algunos quesos.
“Los metabolitos del yogur, conocidos como hidroxiácidos de cadena ramificada (BCHA), serían el resultado de la interacción entre las bacterias lácticas del yogur y los aminoácidos naturales de la leche”, explicó André Marette, profesor de la Facultad de Medicina de la Université Laval, investigador en el Instituto del Corazón y los Pulmones de Québec y coautor del estudio.
Opciones para consumir el yogur
Dados los beneficios que tiene para la salud, el yogur puede ser una opción nutritiva, pero también deliciosa que puede incorporarse a la dieta diaria.
Por ejemplo, puede ser un ingrediente versátil en la cocina, pues se puede usar como base para batidos, como aderezo para ensaladas, en salsas o incluso como sustituto de la crema agria en muchas recetas.
Por otra parte, también puede ser un alimento factible de combinarse con otros productos. Si se desea darle un toque de sabor adicional al yogur puede mezclarse con un toque de sabor adicional, prueba agregar especias como canela, cardamomo o vainilla. Los frutos secos como las nueces, almendras o semillas como chía, linaza o girasol también pueden ser una buena opción. Estos ingredientes aportan grasas saludables, fibra y proteínas.
Para evitar agregar azúcar adicional, las frutas también son una buena combinación que pueden enriquecer el sabor del yogur; las fresas, arándanos, bananos y mangos podrían aportar un toque dulce natural.
Al momento de adquirir el yogur es importante revisar sus envases y verificar que no contenga aditivos innecesarios o altos niveles de azúcar, evitando aquellos que contengan jarabes de maíz de alta fructosa u otros edulcorantes artificiales.