La ciática es un dolor que comienza atrás de la columna, casi donde esta termina, y se extiende hacia un lado, se siente una punzada en el glúteo y baja por un costado de la pierna, es constante y bastante fuerte, afirma Marilú García, quien sufrió de esta afección durante ocho meses.

Según Sandra Lorena López, médica de gestión hospitalaria de Nueva EPS, este dolor se manifiesta como una sacudida o como una sensación de una fuerte descarga eléctrica. Puede empeorar cuando la persona tose, estornuda o pasa largos períodos de tiempo sentados. Por lo general, afecta un solo lado del cuerpo.

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La ciática es el atrapamiento del nervio ciático, que es el más grande, con mayor diámetro y longitud que tiene el ser humano.

Dicho nervio sale de la primera raíz lumbar y coge todas las otras raíces sacras, sale de la pelvis por un orificio que llama la escotadura ciática, de donde se derivan varias estructuras. Allí se puede atrapar y el dolor se produce porque este nervio se comprime y no halla cómo movilizarse.

Este padecimiento, por lo general, desaparece con el tratamiento en pocas semanas y aunque el dolor es intenso, no suele ser duradero. Por el contrario, las personas que sufren de una ciática grave, podrían requerir de cirugía y tratarse de dolor neuropático.

Según la IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor), el dolor neuropático es el producido como consecuencia directa de una lesión o una enfermedad que afecta al sistema somatosensorial, a nivel periférico o central.

“La ciática es mucho más frecuente en mujeres. Algunos de los principales factores de riesgo son: la edad, ya que toda la estructura se vuelve más rígida e impide que se mueva este nervio como debe hacerlo; o suele presentarse cuando el movimiento de la columna lumbar, la pelvis y la cadera está alterado, pero, principalmente, cuando la pelvis no se mueve, lo que dificulta el movimiento del nervio. Haber tenido un trauma en la zona donde sale este nervio, es decir, el espacio subglúteo, es también un riesgo que hace más probable el sufrir de la ciática”, afirma el doctor Bernardo Aguilera, especialista en ortopedia y traumatología, cirugía de cadera y reemplazos articulares, y cirugía artroscópica de la Clínica Imbanaco.

También existen otros factores que aumentan la aparición de esta dolencia, por ejemplo, la obesidad, que contribuye a los cambios espinales; los oficios como conducir un automóvil durante largos períodos de tiempo y permanecer sentado de manera constante.

Cuando no se presenta un diagnóstico o un tratamiento adecuado a tiempo se pueden generar complicaciones como pérdida de la sensibilidad de la pierna afectada, alteraciones de la marcha y deterioro de la actividad intestinal y de vejiga. Asimismo, se puede convertir en un dolor crónico que afecte la salud mental y las actividades básicas diarias.

Es necesario acudir a un médico especialista cuando se siente dolor repentino e intenso en la parte inferior de la espalda o la pierna y entumecimiento o debilidad muscular, o dolor en dicha zona luego de una lesión violenta, como un accidente de tráfico, incluso en el caso de tener problemas para controlar los intestinos o la vejiga, se hace necesario recurrir a un médico.

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Tratamiento

Los medicamentos que se utilizan para tratar la ciática suelen ser antiinflamatorios, corticoides, antidepresivos, fármacos anticonvulsivos y opioides, sin embargo, estos deben ser formulados por un médico que valore el estado del paciente.

“Es muy difícil prevenir la ciática. Lo que se debe tener en cuenta es que si el individuo presenta alguno de los factores de riesgo debe mantenerse activo, pero, principalmente, debe realizar estiramientos de la parte posterior de la cadera, del espacio subglúteo, donde están los músculos pelvicotrocantereos, que son los que, principalmente, estrechan el espacio y atrapan el nervio”, explica el doctor Aguilera.

Y recomienda buscar ejercicios muy específicos para esta zona, que permitan elongar dichas estructuras para disminuir el riesgo de padecer esta dolencia”, concluye este especialista.

La ciática se puede convertir en un dolor crónico que afecta la salud mental y las actividades básicas cotidianas. Es necesario acudir a un médico especialista.

Recomendaciones

Aunque esta dolencia no puede prevenirse, tal como afirma el doctor, existen ciertos consejos que pueden ayudar a evitar la presencia de dolor en la ciática, estos son: mantener una postura adecuada a la hora de realizar cualquier actividad, para evitar posiciones forzosas que afecten la zona lumbar; controlar el peso corporal, ya que en casos de sobrepeso u obesidad existe mayor riesgo de padecer hernias discales, debido a que la presión que se ejerce sobre los discos intervertebrales será mayor; realizar ejercicio moderado de bajo impacto y evitar el sedentarismo.

Además, se recomienda evitar los ejercicios que impliquen un sobreesfuerzo o una carga muy alta de peso.

Ejercicios como los estiramientos y la hidroterapia pueden ser efectivos para la ciática. Los ejercicios de estiramiento para la región lumbar pueden aliviar o disminuir el dolor de esta zona, se debe mantener el estiramiento durante al menos 30 segundos, deben evitarse los movimientos bruscos, como saltar o girar durante el estiramiento.

También existen tratamientos alternativos, como la manipulación quiropráctica, es decir, ajustes vertebrales realizados por especialistas como quiroprácticos, la acupuntura y la masoterapia que pueden ser útiles para tratar las dolencias de este tipo.

Otros tratamientos alternativos que existen son las compresas frías y las compresas calientes. Estas se deben colocar en la zona en la que se presenta el dolor durante un máximo de 20 minutos, varias veces al día. Se recomienda alternar entre ambas temperaturas, teniendo precaución de no quemar la zona.