El limón es una fruta ampliamente conocida por sus efectos medicinales. Este cítrico ayuda a la limpieza del organismo, contiene propiedades antioxidantes, refuerza el sistema inmunológico y mantiene equilibrado el pH del cuerpo.
Es fuente de vitamina C, así como de otras vitaminas y minerales en menor proporción. Su pulpa, también contiene ácidos orgánicos, fibra soluble, fitonutrientes y flavonoides, entre otros, por lo que es recomendado cuando las personas tienen gripes,catarros y otros malestares de las vías respiratorias.
Otro de los usos que se le puede dar al limón es para bajar la fiebre. Este es un síntoma muy común cuando el cuerpo está combatiendo una enfermedad infecciosa, proceso vírico u otras afecciones. Además, puede darse cuando hay cambios importantes en el cuerpo.
Por ejemplo, cuando un niño crece y le salen los dientes por primera vez o está recién está vacunado. Debido a que se trata de un mecanismo de defensa del cuerpo no es recomendable eliminarla del todo mientras el proceso de la enfermedad dura, aunque sí se puedo bajar la fiebre o quitarla para sentirse mejor.
A continuación, varias maneras de utilizar el limón para bajar la fiebre:
Paños de agua fría y limón: Gracias a las propiedades curativas del limón, entre las que se encuentran el poder refrescante por su alto contenido en vitaminas B, C y E, este es un gran aliado como antipirético. Para hacerlo se necesita zumo de limón, agua fría, un recipiente y algunos paños de algodón. Su preparación es de la siguiente manera:
- Exprima el zumo de esta fruta cítrica y mézclelo con agua fría en un recipiente.
- Moje los paños de algodón en el agua con el zumo de este beneficioso cítrico.
- Coloque en las partes del cuerpo más afectadas por la fiebre como, por ejemplo, la frente, la nuca, las muñecas y el ombligo.
- Cuando los paños se sequen o estén calientes vuelva a mojarlos y a colocarlos en estas zonas.
- Así, la temperatura corporal irá disminuyendo poco a poco gracias a la combinación y el efecto del agua fría y el refrescante cítrico.
Té de salvia, miel y limón: sus componentes ofrecen varias vitaminas y tienen propiedades antibacterianas, antisépticas y antiinflamatorias. Para hacer este remedio natural necesita un limón, miel, 35 gramos de salvia y agua; así es su preparación:
- Ponga a hervir el agua para el té.
- Cuando el agua hierva viértala en una taza para preparar la infusión.
- Ponga 35 gramos de salvia en el agua.
- Añada 2 cucharaditas de miel y 3 cucharadas de zumo de limón.
- Mezcle bien y deje que repose 3 minutos antes de comenzar a tomárselo.
Otros beneficios del limón
Protege al organismo de infecciones:
Gracias al limoneno, el limón tiene propiedades antigúngicas y antibacterianas por lo que ayuda a combatir enfermedades como la gripe o la candidiasis.
Cuidar de la piel:
Debido a que es rico en vitamina C, el consumo habitual de limón puede ayudar en la regeneración de los tejidos y la formación de colágeno, estructura que le da firmeza y elasticidad a la piel.
Disminuir la presión arterial
Debido a que es rico en flavonoides, el limón ejerce un efecto inhibitorio en la vasoconstricción de las arterias, ayudando a los vasos sanguíneos a mejorar su flujo sanguíneo.
Según el diario Medical News Today, a pesar de que un vaso de agua con limón parece no proporcionar muchos nutrientes “el agua con limón es una bebida saludable y baja en calorías y azúcar que puede aumentar el consumo de vitamina C de una persona’'.
El diario también asegura que si se llega a reemplazar el limón por un jugo de media naranja “(que pesa 43 g) proporcionaría casi el doble de calorías, aproximadamente tres veces más azúcar y 24% del valor diario de vitamina C’'.