Es un bello espectáculo sin duda el que ofrecen los cerezos al florecer, pero después sigue algo mucho mejor: disfrutar de su delicioso fruto, que contiene una pulpa carmesí, jugosa y que favorece en gran medida la salud.
Los países de mayor producción son Turquía, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y España, asegura la revista Cuerpomente.
Además contiene ácido salicílico, precursor natural de la aspirina, si bien lo tiene en pequeñas cantidades surte un efecto antiinflamatorio.
Por eso, la cereza se considera útil para prevenir la gota, dado que reduce la inflamación tanto aguda como crónica.
Adicionalmente, tiene propiedades diuréticas y depurativas, baja en sodio, rica en potasio y casi no contiene grasas, esto la hace indicada también en otros problemas como la hipertensión arterial o la retención de líquidos.
Contiene, igualmente, pectina, fibra soluble que explica su efecto benéfico sobre la microbiota intestinal y el colesterol, su poder saciante y su suave efecto laxante.
Entre sus vitaminas destacan la C (15 mg/100 g), el ácido fólico (14 mcg), el betacaroteno o provitamina A y las vitaminas B1 y B6. Además, es rica en antocianinas y ácido elágico, poderosos antioxidantes.
Beneficios
Gracias a sus componentes depurativos y antioxidantes, así como a la presencia de ácido salicílico, las cerezas tienen propiedades antiinflamatorias. Reduce significativamente los marcadores de inflamación y estrés oxidativo del organismo, por eso ayuda para temas de reumatismo y artritis.
Igualmente, disminuye el riesgo de aparición de enfermedades como diabetes y sus complicaciones (retinopatía, etc.).
También contribuye a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Evita igualmente la formación de cálculos biliares.
Por los componentes fenólicos que abundan en la cereza protegen el sistema cardiovascular y previenen la angina de pecho y el infarto de miocardio.
Son recomendables en dietas para reducir peso por su efecto saciante, laxante y diurético. Esto se debe a su contenido en fibra, agua y potasio, así como al bajo aporte de lípidos y sodio.
Asimismo, por su acción reguladora mejora el estreñimiento y el meteorismo (excesiva formación de gases).
Su riqueza en bioflavonoides, especialmente antocianinas, pigmentos a los que deben su color rojizo azulado, que tienen propiedades antioxidantes, capaces de evitar la degeneración celular. Comer cerezas ayuda a reducir el riesgo de cáncer, en particular el de colon.
Su riqueza en melatonina ayuda a regular el sueño en la noche.