La presión arterial alta o hipertensión es conocida como la enfermedad de la muerte silenciosa, pues a pesar de las graves consecuencias que acarrea, en la mayoría de los casos pasa desapercibida. La hipertensión puede ocasionar problemas graves como accidentes cerebrovasculares, fallos cardíacos, ataques al corazón e insuficiencias renales.
Los síntomas de la presión arterial alta no son muy específicos y, en muchas ocasiones, ni siquiera se perciben. Sin embargo, en algunos casos hay palpitaciones en el pecho o en la cabeza, mareos y malestar en general.
El corazón bombea la sangre hacia todo el cuerpo y lo hace a través de arterias, venas y capilares. A su vez, cuando la sangre circula ejerce una presión sobre las paredes de las arterias. Por eso, cuando la presión arterial se eleva, también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares severas.
Cuando se contrae, o late, el corazón envía una ola de sangre a través de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial, esto se denomina “presión sistólica”. Mientras tanto, cuando el corazón se relaja entre latidos, la presión arterial disminuye, lo que se denomina “presión diastólica”.
Debido a la presión que se ejerce en el interior de las arterias, estas pueden endurecerse, lo que puede llevar a un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. Aunque en ocasiones los cambios en el estilo de vida ayudan a reducir la presión arterial alta, en otros casos es clave un tratamiento médico.
Además, el consumo de ciertos alimentos es beneficioso para controlar los niveles de tensión arterial. La guanábana, por ejemplo, podría ser beneficiosa para disminuir la tensión arterial, gracias a su alto contenido en potasio y sus bajos niveles de sodio.
Esta fruta pertenece a la familia de la Annonacea, se caracteriza por su color verde, forma oval, y las espinas particulares que recubren su cáscara. Tiene una pulpa blanca, dulce, aromática, con huesos negros y lisos, y puede llegar a medir 50 cm de diámetro, pesar hasta tres kilos.
Aunque su origen es incierto, esta fruta es tradicional en países como México, Perú, Venezuela, Brasil y Colombia. Popularmente, la guanábana es conocida como el “delicioso milagro tropical” gracias a su sabor único y sus propiedades nutricionales favorables para la salud.
La guanábana es una fruta muy apetecida porque se puede aprovechar todas las partes de la planta, desde la fruta y la corteza, hasta las raíces, las semillas y las hojas. En particular, las hojas de guanábana se han utilizado para tratar la diabetes y la hipertensión.
Esta fruta permite aprovechar el fruto, las hojas, las flores, el tallo, la corteza y las raíces, por ejemplo, las hojas son utilizadas con fines medicinales, en enfermos de paperas, personas que padecen de insomnio y nerviosismo o bien las hojas son preparadas en té para alivio de refriados.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, por lo que la regulación de los niveles de azúcar en sangre es esencial para mantener la salud en personas que padecen esta enfermedad.
Algunos estudios sugieren que las hojas de guanábana pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. Se cree que los compuestos presentes, tanto como los fitoquímicos, como los taninos, flavonoides y triterpenoides en las hojas de guanábana, pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, en personas con diabetes y prediabetes.
Por otro lado, la hipertensión, o presión arterial alta, es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares. El potasio, que es abundante en la guanábana, es conocido por su capacidad para reducir la presión arterial al contrarrestar los efectos del sodio.