El envejecimiento es parte natural del ciclo de la vida, sin embargo, hay quienes tienen un proceso un poco más acelerado que otros, esto puede ser provocado por varios factores, entre ellos motivos propios de genética, malos hábitos alimenticios o el llevar un ritmo de vida muy ajetreado, entre otros.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud reconoce la alimentación como la gran prioridad para poder gozar de un buen estado físico, y necesario para mantener la vitalidad y juventud. La organización ha mostrado el panorama actual del consumo, el cual no es del todo favorable.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios”, indicó la OMS.
Y agregó: ”actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”, haciendo referencia a los malos hábitos alimenticios que pueden degenerar la salud.
Pues bien, detrás de una buena dieta está también un consumo eficiente de vitaminas y minerales que son las que apoyan el correcto funcionamiento del cuerpo. Y aunque existe un gran rango de estas sustancias que son necesarias para estar sano, hay una en específico que se considera como la “fuente de la juventud”.
Beneficios de la vitamina E
La vitamina E, es un antioxidante liposoluble, que incluso, puede ayudar a proteger las células del estrés oxidativo, que está relacionado con el daño a los vasos sanguíneos y la inflamación.
Según el portal de la biblioteca de medicina de Estados Unidos, Medline Plus, el que la vitamina E sea un antioxidante también indica que protege la piel de los radicales libres, mantiene el sistema inmune fuerte, entre otros beneficios.
“Eso significa que protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres. Los radicales libres pueden dañar células, tejidos y órganos. Se cree que juegan un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento”, explicó el portal citado.
Y agregó que la vitamina E, “ayudar a mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias. Ayuda a formar glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule dentro de ellos. Ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K”.
Alimentos que contienen vitamina E
La vitamina E se encuentra en una variedad de alimentos, principalmente en aquellos ricos en grasas saludables y aceites vegetales. La Mayo Clinic recomienda estos como una fuente significativa de vitamina E natural:
- Aceites vegetales: Aceites como el aceite de germen de trigo, aceite de girasol, aceite de cártamo y aceite de maíz son ricos en vitamina E.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, avellanas y semillas de girasol son excelentes fuentes de vitamina E.
- Aguacates: Los aguacates son ricos en grasas saludables y contienen vitamina E.
- Pescados grasos: Pescados como el salmón, la trucha y el arenque también pueden proporcionar vitamina E.
- Frutas: Algunas frutas como kiwis, mangos y tomates también contienen pequeñas cantidades de vitamina E.
- Productos de grano entero: Cereales integrales como el trigo integral y el arroz integral pueden contener vitamina E, aunque en cantidades menores en comparación con otras fuentes.
- Aceitunas: Las aceitunas y el aceite de oliva son fuentes adicionales de vitamina E.
- Productos fortificados: Algunos alimentos procesados, como cereales para el desayuno, panes y productos lácteos, pueden estar fortificados con vitamina E.