Los gases intestinales son una condición común que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas y son fundamentalmente el resultado de la acumulación de aire en el tracto digestivo, lo que puede provocar molestias y dolor abdominal.
Estos gases que generalmente están compuestos por dióxido de carbono, oxígeno, nitrógeno y pequeñas cantidades de otros gases como metano, también pueden ingresar al sistema digestivo cuando se traga aire al comer o beber.
Otras situaciones que pueden producir gases intestinales son la ingesta de alimentos como frijoles, brócoli, repollo, cebolla y bebidas gaseosas, así como bacterias presentes en el intestino que pueden producirlos como consecuencia del proceso de descomposición de los alimentos que llevan a cabo.
Debido a las molestias que pueden causar en la zona abdominal, pero además de las situaciones sociales penosas a las que podría dar lugar, muchas personas buscan en preparaciones caseras para hacer frente a esta incómoda sensación, razón por la cual en el último tiempo las infusiones también han tomado gran acogida para tratar estos problemas.
Una de las más conocidas es la de manzanilla, una preparación popular y efectiva gracias a las propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas contenidas en esta planta y que contribuyen a reducir la hinchazón y aliviar los cólicos producidos por los gases.
Beber esta infusión puede resultar provechoso después de las comidas principales o cuando se presente el malestar abdominal característico que pueden producir los gases en el intestino. La manzanilla contribuye no solo a aliviar los gases intestinales, sino que también puede ayudar a la relajación y promoción de una sensación de bienestar general.
Para preparar la infusión inicialmente, se hierve una taza de agua caliente para luego agregarle una cucharada de flores de manzanilla secas o una bolsita de té manzanilla.
Esta mezcla se deja reposando por al menos cinco minutos para que adquiera todas las propiedades de la planta y se cuela para consumirse. Al final, si se desea, puede agregarse miel para endulzar la bebida de una manera natural.
Alimentos que no se deben consumir para evitar los gases
Para reducir la producción de gases intestinales y minimizar la incomodidad asociada, es recomendable evitar o moderar el consumo de ciertos alimentos que tienden a causar mayor fermentación en el intestino. Algunos de los que pueden generar más gases y sus efectos incluyen:
- Legumbres: fríjoles, lentejas, garbanzos y guisantes son ricos en carbohidratos complejos que pueden ser difíciles de digerir. Estos alimentos pueden fermentar en el intestino grueso y causar gases e hinchazón.
- Vegetales crucíferos: brócoli, coliflor, repollo, coles de Bruselas y col rizada contienen azúcares complejos llamados rafinosa y estaciosa, que pueden ser difíciles de digerir.
- Cebolla y ajo: contienen compuestos de azufre que pueden ser fermentados por las bacterias intestinales.
- Lácteos: algunas personas pueden tener dificultades para digerir la lactosa, el azúcar presente en los productos lácteos, lo que puede llevar a la producción de gases y otros síntomas digestivos.
- Bebidas gaseosas: las bebidas carbonatadas liberan dióxido de carbono en el intestino, lo que puede aumentar la cantidad de gases.
- Edulcorantes artificiales: el sorbitol, manitol y otros edulcorantes artificiales no son completamente absorbidos en el intestino y pueden fermentar, causando gases y diarrea en algunas personas.
- Frutas altas en fructosa: algunas como las manzanas, peras y mangos contienen altas cantidades de fructosa, que puede ser mal absorbida y fermentar en el intestino.
Es importante recordar que cada persona es diferente, y lo que causa gases en una persona puede no afectar a otra de la misma manera. Si se percibe que ciertos alimentos causan problemas digestivos, es aconsejable mantener un registro de los alimentos que se consumen y los síntomas que se experimentan para identificar patrones y ajustar la dieta según las necesidades.