Dentro de los alimentos más presentes en las comidas colombianas son las legumbres, las cuales aportan grandes cantidades de proteína y fibra al cuerpo, además de otros nutrientes, siendo “una excelente opción en lugar de la carne y los productos lácteos. Los vegetarianos a menudo sustituyen la carne por legumbres”, indicó el portal MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Los garbanzos son una buena elección. Económicos, versátiles y fáciles de cocinar, además de los aportes a la salud que tienen. Los expertos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) indican que son fuente de proteínas de origen vegetal, calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, folatos, niacina, vitamina B6 y vitamina E. Además, aportan fibra soluble e insoluble.
Su alto contenido de proteínas de origen vegetal lo hace ideales para las personas vegetarianas. Sin embargo, los garbanzos no son “completos”, ya que contienen algunos aminoácidos esenciales, pero no todos los que se necesitan. Esto significa que no debe ser la única fuente de proteínas que elijas, según el portal Mejor con Salud.
De acuerdo con un estudio publicado en el National Center of Biotecnology Information, son beneficiosos para el control glucémico y ayudan en el control del peso corporal mediante la supresión del apetito y la ingesta de energía.
Beneficios de los garbanzos
- Ayudan a tener huesos y músculos sanos: los minerales identificados en los garbanzos incluyen: hierro, fósforo, magnesio, cobre y zinc. Esto significa que los garbanzos son grandes aliados de tu esqueleto y aparato muscular. Muchos de estos minerales son esenciales cuando se trata de mejorar la densidad de tus huesos y prevenir enfermedades relacionadas con la edad, como la osteoporosis.
- Fortalece el sistema inmunológico: “debido a su gran cantidad de proteínas. Regula el tránsito intestinal porque aporta mucha fibra”, precisó Cocina Vital.
- Protegen la salud del corazón: la salud cardiovascular se ve favorecida por los nutrientes de los garbanzos de dos maneras diferentes. Por un lado, las únicas grasas que tienen los garbanzos son los ácidos grasos omega 3. Estas son grasas poliinsaturadas beneficiosas que el cuerpo necesita para proteger el corazón y ayudar a reducir cualquier inflamación que se pueda presentar. Asimismo, varios de los distintos minerales que contienen los garbanzos, mencionados en el punto anterior, favorecen el sistema cardiovascular en general.
- Diabetes y obesidad: de acuerdo con algunas investigaciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de garbanzos y otras leguminosas, para reducir los riesgos de enfermedades asociadas a la alimentación, como diabetes mellitus tipo 2 y obesidad.
- Para el cansancio: su aporte de carbohidratos y proteínas lo hacen muy adecuado para estados de astenia, niños, adolescentes y personas que realizan esfuerzos físicos, como los deportistas, según el portal de salud Cuerpo y Mente.
- Para regular la tensión arterial: por su elevado contenido en potasio y la escasa presencia de sodio, el garbanzo favorece la diuresis o excreción de la orina. Esto es beneficioso en casos de hipertensión arterial, litiasis renal (piedras en el riñón) y cuando se desea eliminar un exceso de ácido úrico.
- Antiestrés: debido a su notable contenido en magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B, necesarios para el sistema nervioso y muscular, el garbanzo es adecuado para afrontar situaciones de tensión psicofísica y de estrés.
- Favorece la digestión: el garbanzo es bueno para el estómago. Por su riqueza en fibra, también ayuda a las funciones del intestino, combatiendo el estreñimiento y los parásitos intestinales.
- Ayuda a controlar el colesterol y los triglicéridos: “debido a la lecitina, una grasa vegetal que favorece la expulsión de éstos”, precisó Cocina Vital.