Cuando el mundo aún está reponiéndose de las secuelas dejadas por la pandemia del Covid-19, virus que aún sigue infectado a miles de personas, pese al desarrollo de las vacunas; ahora crece la incertidumbre por un nuevo virus con el poder de extenderse más allá de los límites del país donde fue descubierto.
Se trata del virus asiático Nipah, que tiene en alerta a los médicos y científicos por su capacidad de crear infecciones difíciles de controlar, pese a que no en todos los casos sea una sentencia de muerte. El nuevo desafío de este virus es que, como al principio con el Coronavirus, actualmente no existe vacuna para contrarrestar sus síntomas.
En la última semana, las autoridades indias informaron que intentan contener la epidemia de Nipah en su país, puesto que es un virus poco común transmitido de animales a humanos y que provoca una fuerte fiebre con una tasa de mortalidad elevada.
¿Qué se sabe del virus Nipah?
No es nuevo. De hecho, la primera epidemia de Nipah se registró en 1998 después de que el virus se extendiese entre los ganaderos porcinos en Malasia. El virus lleva el nombre del pueblo de este país del sureste asiático donde fue descubierto.
Las epidemias de este virus son escasas, pero el Nipah fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto al Ébola, el Zika y el Covid-19, como una de las enfermedades a investigar prioritariamente por su potencial para provocar una pandemia.
Transmisión zoonótica
El Nipah se transmite generalmente a los humanos a través de animales o alimentos contaminados, pero también puede contagiarse directamente entre humanos. Los murciélagos frugívoros, portadores naturales del virus, han sido identificados como la causa más probable de las siguientes epidemias.
Las zoonosis, enfermedades transmitidas de animales a humanos aparecidas hace miles de años, se multiplicaron en los últimos 20 a 30 años.
La propagación más común del virus se produce a través del contacto con los fluidos corporales de una persona contagiada previamente: saliva y sangre, por ejemplo. Otra de las cuestiones que preocupan a los científicos es que cualquier persona puede infectarse al contacto con animales como los murciélagos y cerdos, que a su vez pueden contraer el virus mediante el contacto entre ellos mismos o en los alimentos.
Síntomas del Nipah
Sus síntomas incluyen fiebre alta, vómitos e infección respiratoria, pero los casos graves pueden caracterizarse por convulsiones e inflamación cerebral que conduce al coma. Cuando una persona se infecta su enfermedad pueden ir de leve a grave y ocasionar la muerte.
Hasta ahora no existe vacuna contra el Nipah. Los pacientes sufren una tasa de mortalidad de entre el 40% y el 75%, según registros de la OMS.
¿Qué pasó con las epidemias anteriores?
Según registros de la OMS, la primera epidemia de Nipah dejó 100 muertos en Malasia y un millón de cerdos fueron sacrificados para contener el virus. También se extendió en Singapur, con 11 casos y un deceso entre trabajadores de mataderos que estuvieron en contacto con cerdos importados de Malasia.
Desde entonces, la enfermedad fue detectada principalmente en Bangladés e India, que registraron sus primeras epidemias en 2001. Bangladés fue el país más afectado estos últimos años, con más de 100 decesos desde 2001. Dos epidemias más en India dejaron más de 50 muertos antes de ser controladas.
Recientemente, el estado de Kerala, en el sur de India, ha registrado dos muertes por Nipah y otros cuatro casos confirmados desde el mes pasado, el cuarto brote en cinco años.
Riesgos de expansión del virus Nipah
Los epidemiólogos y científicos han encontrado entre los propiciadores de la expansión de un virus, a las dinámicas sociales, como el desarrollo de los viajes internacionales, que generan una propagación más rápida. También señalan la ocupación humana de zonas cada vez más grandes en el planeta, puesto que los humanos perturban los ecosistemas y aumentan la probabilidad de mutaciones virales aleatorias transmisibles entre animales y humanos.
Otra causa es la ganadería industrial, que aumenta el riesgo de propagación de patógenos entre animales, y la deforestación, que incrementa el contacto entre fauna salvaje, animales domésticos y seres humanos, lo que favorecerá la aparición de nuevas enfermedades transmisibles a los humanos.
La revista Science en 2018 publicó estimaciones sobre la existencia de 1,7 millones de virus desconocidos en mamíferos y aves, de los cuales entre 540.000 y 850.000 son capaces de infectar a los humanos.
Con información de Afp.