Lo habitual es que las personas cuenten con una almohada cómoda para disfrutar plácidamente de sus de descanso nocturno. Sin embargo, existen otras que tienen como hábito deshacerse de ella durante la noche, pues consideran que esta opción puede ser más confortable. En este caso, la pregunta es: ¿puede tener esto consecuencias negativas para la salud de la persona?
A continuación, lo invitamos a conocer las diferentes consecuencias que puede tener el hecho de dormir sin almohada.
¿Es malo dormir sin almohada?
Frente a la cuestión de si es malo o no dormir sin almohada, existen diferentes posiciones de los profesionales en el tema. Por un lado, algunos aseguran que dormir sin este elemento ayuda a evitar la aparición de dolores de espalda, pues a la hora de descansar, la columna sigue la curvatura normal del cuerpo.
Sumado a esto, este hábito ayudaría a prevenir el dolor de cuello o alinear los huesos, pues se normaliza la estructura ósea. En contraposición a esto, también se alerta a las personas de que no todo el mundo está abierto a esta tendencia, pues, ante todo, debe primar la comodidad y la relajación.
Hay que tener claro que lo usual es que dormir sin almohada solo sea posible para aquellas personas que estén toda la noche boca arriba, que se muevan poco y que sean de complexión pequeña. De no ser así, corren el riesgo de sufrir dolores musculares al inclinar el cuello durante tantas horas.
De acuerdo a esto, la acción de dormir sin almohada es toda una decisión de la persona, dependiendo sus necesidades, su estado de salud y cómo no, su comodidad. Siguiendo esta premisa, ¿cuáles serían los inconvenientes de dormir sin almohada?
¿Cuáles son las consecuencias de dormir sin almohada?
Como ya fue indicado, antes de considerar la eliminación de la almohada a la hora de dormir, de acuerdo a lo señalado por la organización benéfica de los Estados Unidos Sleep Foundation, es importante recordar que no todas las personas pueden tener beneficios de este hábito y, por lo tanto, lo ideal es consultar a un médico para hacerlo.
Según el portal GQ de México, las almohadas tienen el propósito de mantener su espina dorsal en posición neutral, pues el cuello se alinea con el resto del cuerpo, impulsando así una mejor postura al dormir. De nuevo, hay que aclarar que esto solo puede aplicar para aquellos que duermen de lado o en posición fetal. Al dormir de lado, el hombro impide que la cabeza se recuesta de forma natural y se puede inclinar la espina en ese punto y al usar una almohada, esta sirve para ponerla en línea con el resto de la espalda.
Para quienes duermen boca abajo, esto puede ser diferente, según lo indicado por un estudio del Rochester Medical Center. De acuerdo a esta investigación, dormir en esta posición, la cual se considera como no natural, se pone mucho estrés en la espalda y el cuello, lo cual hace que la espina mantenga su curvatura natural, pero si se quita la almohada, esto puede mantener la cabeza plana, algo que reduciría algo del impacto que hay en el cuello para así mejorar la alineación.
Lo anterior, entonces, no aplica para otras posiciones de sueño, como dormir de espalda o de lado. Es relevante considerar que también el tamaño de la almohada puede jugar un papel determinante. Si esta es muy amplia y no se ajusta a la cabeza, es posible tener una inclinación no deseada en la espina dorsal, mientras que si esta es demasiado delgada, la cabeza podría ‘colgar’ y esto tampoco es recomendable.