Tomar suficiente agua es crucial para mantener una buena salud corporal, y es que, este preciado líquido es esencial para facilitar la absorción de nutrientes y la eliminación de desechos, contribuyendo al mantenimiento de las funciones celulares en el cuerpo humano.
Su importancia también se centra en ayudar a regular la temperatura corporal a través de la transpiración, debido a que cuando se suda, el cuerpo libera calor, y el agua en forma de sudor ayuda a enfriar la piel. Incluso, es necesaria para la digestión adecuada y la absorción de nutrientes en el tracto gastrointestinal, ayudando a descomponer los alimentos y facilitando el paso de los nutrientes a través de las paredes intestinales hacia el torrente sanguíneo.
Sin embargo, no beber suficiente agua puede llevar a diversas complicaciones y afectar la salud de varias maneras, provocando algunas de las enfermedades y problemas de salud asociados con la deshidratación.
Una de ellas, es la deshidratación prolongada que puede resultar en la pérdida de minerales esenciales y electrolitos, lo que puede afectar negativamente el equilibrio hídrico del cuerpo. Y, en caso de que sea crónica, esta puede contribuir al desarrollo de cálculos renales y aumentar el riesgo de enfermedad renal.
Otro problema, radica en que la falta de agua en el cuerpo puede provocar que las heces se vuelvan duras y difíciles de pasar, lo que lleva al estreñimiento, y a otros problemas subyacentes como por ejemplo las hemorroides. Incluso, la deshidratación puede afectar la mucosa del tracto gastrointestinal, contribuyendo a problemas como la gastritis y la úlcera péptica.
Ahora bien, no beber suficiente agua también afecta la capacidad del cuerpo para transportar nutrientes y oxígeno a las células, lo que puede provocar fatiga y disminución de la energía, además de causar dolores de cabeza, mareos, afectar la concentración, la memoria y la función cognitiva en general.
Y ni qué hablar de la piel, pues este órgano puede volverse seco, tirante y propensa a problemas dermatológicos cuando no se consume suficiente agua.
Incluso, si se llegase a una deshidratación severa del cuerpo, esta puede aumentar el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, incluyendo arritmias cardíacas.
Así las cosas, resulta importante escuchar las señales del cuerpo y asegurarse de mantenerse hidratado para prevenir estos problemas de salud asociados con la deshidratación. Aunque, mantener un equilibrio adecuado de líquidos para el buen funcionamiento del cuerpo, depende también de persona y puede variar según factores como la edad, el peso, el nivel de actividad y las condiciones de salud.