El colágeno es una proteína fibrosa y rica en aminoácidos que se encuentra en varias partes del cuerpo como el pelo, la piel, las uñas y los huesos, por esta razón es fundamental asegurarse de consumir constantemente esta proteína la cual contribuye a la curación del cuerpo tras una lesión y evita la aparición de las arrugas.
El colágeno se desarrolla de manera natural en el cuerpo; sin embargo, con el paso de los años este se produce en menor medida, lo que se refleja en el envejecimiento de la piel. Para compensar esta reducción, es fundamental mantener una alimentación adecuada, lo cual se puede hacer por medio del consumo de frutos rojos, pues esto son una excelente opción para obtener los nutrientes necesarios para la producción de colágeno.
Los frutos rojos son ricos en licopeno, un antioxidante que se encarga de proteger las células del daño oxidativo y promueve la salud de la piel estimulando la producción de colágeno.
El colágeno es una proteína fibrosa y rica en aminoácidos que se encuentra en varias partes del cuerpo como el pelo, la piel, las uñas, los huesos, los ligamentos, los tendones y los vasos sanguíneos. Sus funciones principales incluyen el refuerzo de los huesos y las articulaciones, la prevención del estiramiento de la piel y los tendones, y la contribución a la curación del cuerpo tras una lesión.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la producción de colágeno disminuye, lo que se refleja en el envejecimiento de la piel. Para compensar esta reducción, es fundamental mantener una alimentación adecuada. Los frutos rojos son una excelente opción para obtener los nutrientes necesarios para la producción de colágeno.
Entre los frutos que se recomienda sumar a la dieta están los arándanos, frambuesas, moras, fresas, cerezas y grosellas. Estos frutos pueden ser consumidos de diversas maneras: mezclados con yogures, batidos, junto con otras frutas, o añadidos a ensaladas.