Artrosis y artritis se usan frecuentemente, y de forma errónea, para hablar del mismo problema de salud. Pero en realidad son distintas. Cuando se habla de artritis se refiere a una inflamación de la membrana que cubre las articulaciones y que con el tiempo ataca el hueso y el cartílago circundante.

La artritis suele provocar síntomas como la hinchazón, dolor, rigidez y disminución del movimiento en las articulaciones. En algunos casos puede provocar cambios permanentes en las articulaciones.

La artrosis es una forma crónica de artritis en la que las articulaciones sufren cambios degenerativos, sobre todo las de la rodilla, cadera, manos y columna vertebral. | Foto: Getty Images

En esta ocasión, suele producirse pérdida del cartílago de la articulación que, en algunos casos, puede afectar el hueso. Suele provocar dolor, que aumenta con el movimiento y deformación articular.

Sin embargo, pese a que se habla de dos afecciones distintas, ambas tienen algo en común: la modificación de los hábitos alimenticios y una dieta adecuada contribuyen a disminuir todos los síntomas y también el dolor. Aunque no existe una poción que ayuda a aliviarlo, sí se ha demostrado que existen ciertos alimentos y frutas que tienen propiedades antiinflamatorias y beneficios para ambas.

Frutas para la artrosis

El limón, la naranja y el pomelo son las tres frutas más recomendadas para mitigar la artrosis. | Foto: Getty Images

De acuerdo con el medio de comunicación digital elDiario.es, son tres las frutas que ayudan a combatir los síntomas de la artrosis: limón, naranja y pomelo.

Estas deben estar con efectos neutralizados de los ácidos y tener un papel importante a la hora de eliminar el exceso de minerales.

¿Dolor en las manos? Estos son los primeros síntomas de artrosis que se presentan en las articulaciones

El dolor en las manos puede ser ocasionada por enfermedades como la fibromialgia. | Foto: Getty Images

La osteoartritis, una forma muy común de artritis, impacta a millones de personas en todo el mundo. Este trastorno ocurre cuando el cartílago que protege las puntas de los huesos se desgasta con el tiempo.

Aunque esta enfermedad puede afectar cualquier articulación, tiende a concentrarse en las manos, rodillas, caderas y columna vertebral. Los síntomas de la osteoartritis son manejables, aunque lamentablemente, el daño articular no se puede revertir.

Sin embargo, llevar un estilo de vida activo, mantener un peso adecuado y recibir ciertos tratamientos pueden ralentizar su progresión, mejorando así el dolor y la función de las articulaciones. Estas prácticas pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de quienes padecen esta condición.

Síntomas

De acuerdo con la Clínica de Mayo, los síntomas de la artrosis con frecuencia se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo. Los signos y síntomas de la artrosis incluyen los siguientes:

  • Dolor. Las articulaciones afectadas pueden doler durante o después del movimiento.
  • Rigidez. La rigidez en las articulaciones puede ser más notoria al despertar o después de estar inactivo.
  • Sensibilidad. Es posible que su articulación esté sensible cuando aplicas un poco de presión sobre ella o cerca de ella.
  • Pérdida de flexibilidad. Es posible que no puedas mover la articulación en todo su rango de movimiento.
  • Sensación chirriante. Es posible que sientas una sensación chirriante al usar la articulación y que oiga chasquidos.

¿Por qué se presenta la osteoartritis?

La osteoartritis se desarrolla gradualmente a medida que el cartílago, un tejido que proporciona una superficie lisa y resbaladiza en las articulaciones, se deteriora. Este tejido es esencial para permitir un movimiento articulatorio sin fricciones. Con el tiempo, si el cartílago se desgasta por completo, los huesos pueden rozar entre sí directamente.

Frecuentemente, se describe la osteoartritis como un proceso de “desgaste natural”. Sin embargo, esta condición no solo implica el deterioro del cartílago, sino que también afecta a toda la articulación. La enfermedad conlleva cambios en el hueso, deterioro de los tejidos conectivos que mantienen unidas las articulaciones y unen los músculos con los huesos. Además, “causa inflamación en el revestimiento de la articulación. Estos cambios no solo provocan dolor, sino que también limitan la movilidad y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen”, así lo informó medlineplus.gov.