El sistema inmune es una compleja red de células, tejidos y órganos. que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades. Cuando algún virus o bacteria afecta el cuerpo, el sistema inmunitario es el encargado de atacar los síntomas de la enfermedad. Parte de la respuesta inmune es producir anticuerpos, es decir, las proteínas que actúan para atacar, debilitar y destruir antígenos.

Factores como los cambios bruscos de temperatura hacen que el organismo esté más propenso a un resfriado. No obstante, en ocasiones esto indica que las defensas están bajas. Para mantener un sistema inmunológico fuerte, las vitaminas son esenciales.

Vitamina A

La vitamina A es importante para el sistema inmunológico, pues estimula la producción de linfocitos, un tipo de células blancas sanguíneas que atacan a los agentes invasores y ayudan al cuerpo a producir anticuerpos.

También juega un rol importante en el crecimiento de los huesos, el aparato reproductivo y las funciones celulares. Entre las fuentes de vitamina A se encuentran los lácteos, el brécol, los huevos y la col rizada.

Las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. | Foto: Getty Images

Vitamina C

La vitamina C es una de las mejores para combatir gérmenes e infecciones. Esta ayuda al sistema inmune a reaccionar ante virus e infecciones, pues favorece la producción de células blancas, enzimas y anticuerpos.

Además tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes, que limitan el impacto causado por los radicales liberados durante una respuesta inmune. Los cítricos, los pimientos y las espinacas son algunas de las fuentes de vitamina C.

Vitamina E

La vitamina E es un antioxidante que actúa sobre las células y fortalece las paredes celulares. Así, potencia la función de los linfocitos T, tipo de célula que identifican un patógeno, se divide una y otra vez hasta alcanzar un número capaz de derrotar al invasor. Los aceites vegetales, las nueces y otros frutos secos se destacan entre las principales fuentes de esta vitamina.

Vitamina D

La vitamina D es conocida por activar los linfocitos T cuando se necesitan ante una infección. También ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los principales elementos que constituyen los huesos. Algunas fuentes de vitamina D para el sistema inmunológico son los aceites de pescado y los huevos.

Los huevos son fuente de vitaminas.

Vitamina B2 (Rivoflavina)

La vitamina B2, también conocida como rivoflavina, es esencial para la salud de los glóbulos rojos, que también juegan un papel fundamental en el funcionamiento de sistema inmune. Esta tiene un efecto antioxidante, por lo que fortalece las defensas del cuerpo. Entre las fuentes de vitamina B2 se ubican las carnes magras, los huevos y las verduras de color verde.

Vitamina B6

El cuerpo utiliza la vitamina B6 en la producción de células inmunes e incrementando el número de anticuerpos frente a la infección. Además, esta funciona como un canal de comunicación entre citoquinas y quimioquinas, dos proteínas de “señalización” que usa el sistema inmune cuando aparece un agente invasor. La carne, el pescado, los plátanos, las patatas y el tofu son algunos de los alimentos recomendados.

Vitamina B9 o ácido fólico

La producción de linfocitos T disminuye con la edad, sin embargo, con la vitamina B9 este efecto puede contrarrestarse. Algunas fuentes de ácido fólico son los huevos (la yema), el hígado y otras vísceras, así como las frutas como el melón, el albaricoque y el aguacate, las legumbres.

Si tiene una enfermedad autoinmune, su sistema inmunitario puede ocurrir que el sistema inmune ataque por error a las células sanas del cuerpo, explica el portal Medline Plus. Otros problemas del sistema inmunitario ocurren cuando aparecen enfermedades por inmunodeficiencia, lo que genera que la persona se enferme con más frecuencia.