El limón es una de las frutas más usadas en la cocina, gracias a su versatilidad y propiedades medicinales, además, aporta una gran cantidad de vitamina C.
Esta vitamina, también llamada ácido ascórbico, es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos y aporta al proceso de curación del cuerpo.
Según la Clínica Mayo, “estos productos son una fuente de compuestos vegetales llamados flavonoides, que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios”.
Por otra parte, la vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, es decir, las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación del sol, rayos X u otras fuentes.
Estos radicales libres pueden tener un papel en enfermedades cardíacas, “el cáncer y otras enfermedades, la vitamina C también ayuda al cuerpo a absorber y almacenar el hierro”, afirma el citado medio. Así mismo, a las propiedades antioxidantes del limón se le suman propiedades que fortalecen al sistema inmune, ya que también contiene vitamina A.
Un gran aliado para la digestión
La acidez del limón permite la formación efectiva de la bilis, la cual es la encargada de la digestión en el cuerpo humano, pero, al unirlo con el agua tibia, aporta a limpiar el colon mediante el tránsito intestinal, haciendo que se mejore la sensación de inflamación.
El superalimento que no puede faltar en tu dieta
Están los alimentos exóticos, que llegan a nuestro país de otros lugares del mundo y cuyo consumo también nos proporciona múltiples beneficios para el organismo. En este grupo se encuentran los lichi, un fruto originario de Asia.
Es una fruta refrescante que se caracteriza por ser jugosa y dulce, pero con un toque ácido, y es irresistible por su sabor. Con un aspecto y textura que recuerda a la uva, el lichi combina muy bien con ensaladas, postres, helados, batidos y cócteles. No se suelen encontrar frescos, sino en almíbar o en zumo.
El lichi es el fruto de un árbol originario de la China que se desarrolla favorablemente en regiones subtropicales de India, Pakistán, Brasil, Taiwán, Australia, Madagascar, África Sur, Burma o Filipinas. Se utiliza en la medicina china por sus propiedades para calmar la tos, aliviar el dolor de garganta y para los problemas glandulares.
Ayuda a estabilizar el PH y mejora la calidad de la piel
Cuando el limón es ingerido se convierte en alcalino, contrario a las creencias de que aumenta la acidez, lo que hace que el ph del organismo se equilibre, al igual que los ácidos estomacales, haciendo que se mejore notablemente la salud.
Además, ayuda a disminuir la presencia de arrugas y manchas en la piel, debido a su capacidad antioxidante. También a reducir la presencia de acné, lucir más limpia y saludable la piel y beneficiar la cicatrización.
Libera toxinas
Además, esta bebida ayuda a eliminar las toxinas y la grasa acumulada en el hígado y, al beberse con el estómago vacío, estimula la producción de orina.
Previene las gripas
Por su alto contenido de vitamina C, el limón fortalece el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo tenga nutrientes y vitaminas que combaten de manera más eficiente los virus y las bacterias.
Es decir, aporta a curar infecciones respiratorias, es buen expectorante y descongestionante, desinflama articulaciones y órganos.
Otros beneficios
Otro de los beneficios de tomar agua tibia con limón en ayunas es que disminuye cólicos menstruales, aporta energía al cuerpo, ayuda a mejorar los procesos de cicatrización y es un gran ayudante para las personas que desean bajar de peso (pero siempre con acompañamiento de ejercicio y una correcta alimentación).
De igual forma, es importante aclarar que el limón con agua tibia en ayunas simplemente es un alimento que da beneficios a los procesos anteriormente mencionados, pero bajo ningún motivo reemplaza los tratamientos médicos. En caso de tener alguna afección en su cuerpo, se recomienda consultar al médico, quien será el indicado para definir el tratamiento y los hábitos que se deban seguir.