Una de las consecuencias más comunes cuando una persona sufre una lesión, ya sea un corte, un golpe, entre otras cosas, es que se le inflama la zona afectada. Regularmente, con el paso de los días más unos cuidados adecuados, esa parte del cuerpo volverá a la normalidad y el dolor se irá.
Estos hechos son puntuales y ocurren, como se mencionó, tras ciertos golpes o lesiones. Sin embargo, también puede ocurrir que la inflamación se presente de manera crónica y prolongada, lo cual puede llegar a afectar varios órganos o estructuras internas del cuerpo.
Lo anterior sucede cuando el organismo encuentra toxinas u otros elementos dañinos en la sangre, por lo que inicia una reacción inmunológica para combatir el problema.
Estas inflamaciones pueden ser la consecuencia de varias actividades diarias comunes de los individuos, como la mala alimentación, el estrés crónico, el tabaquismo y la falta de una actividad física adecuada. En otras palabras, se produce cuando no se lleva una vida saludable en casi todos los sentidos.
Lo grave es lo que puede llegar a ocasionar la inflamación crónica en diferentes zonas del cuerpo:
- Artritis: cuando la inflamación se concentra en las articulaciones, se presenta dolor y rigidez en muñecas, dedos y rodillas.
- Obesidad: el aumento de algunos marcadores, como la proteína C reactiva (PCR) y la interleucina 6 (IL-6), pueden ser causantes de desencadenar la obesidad.
- Infartos: los marcadores PCR e IL-6 también están relacionados con un mayor riesgo de infarto de miocardio, además de que pueden ser los causantes del desarrollo de placas de colesterol en arterias y de diabetes tipo 2.
Así las cosas, las consecuencias pueden ser fatales, por lo que la recomendación de los especialistas en salud es adoptar prácticas que reduzcan las opciones de inflamación crónica, con una mayor actividad física y una dieta saludable, algunas de las cuales pueden ser la mediterránea o la vegetariana.
Por ejemplo, la primera fue la clave para que un grupo de individuos lograran bajar de peso y, además, la reducción de la molécula IL-1 alfa, la cual favorece la inflamación de los cartílagos. Esto fue comprobado por un estudio de la Universidad de Kent, del Reino Unido, sobre la artrosis de rodilla.
Se use una u otra, lo imprescindible es que la alimentación a implementar evite ciertas comidas que benefician la inflamación, como el azúcar, grasas saturadas, aceites vegetales y los ultraprocesados, mientras incluya otras ricas en:
- Vitamina E: tiene las facultades para disminuir los niveles de sustancias inflamatorias, en especial en aquellas personas con síndrome metabólico, es decir, que tienen problemas para controlar el nivel de azúcar en la sangre a causa de la poca sensibilidad a la insulina. Está en las nueces, el aceite de oliva virgen, en el aguacate, las semillas de girasol, entre otros alimentos.
- Vitamina C: favorece los procesos oxidativos y antiinflamatorios en el cuerpo; está en el brócoli, el perejil fresco, los cítricos, el kiwi y los pimientos, entre otros.
- Omega 3: es un ácido graso con un alto componente antiinflamatorio. Está en frutos secos, el aceite de oliva y el pescado azul, entre otras comidas.
- Probióticos: son microorganismos que están en la flora intestinal y tienen funciones protectoras para este órgano, previniendo su inflamación. Se puede hallar en el yogurt, el tempeh, el chucrut, entre otros alimentos.
También es posible evitar la inflamación crónica a partir de la ingesta de ciertas bebidas, entre las cuales destacan:
- Agua: aporta cuando está limpia de cloro, para lo cual, si se consume del grifo, se puede dejar reposando de dos a tres horas luego de servirla, o se puede utilizar un filtro.
- Leche: cuando la leche se toma en exceso, esto da lugar a incrementar las grasas saturadas y la posibilidad de una inflamación, por lo que es importante ser moderado en su consumo, para lo cual puede utilizarse el yogurt o el kéfir.
- Café: se recomienda consumir de 2 a 3 tazas diarias, es importante no excederse en su inclusión en la dieta.
- Té verde y de jengibre: son antioxidantes naturales. En el caso del jengibre, también ayuda a perder peso al estimular el proceso metabólico.