Una de las partes más castigadas debido a factores como la edad, el estilo de vida y, por supuesto, la mala alimentación son las articulaciones, las cuales juegan un importante papel en el cuerpo humano.
Mantener una dieta variada y equilibrada, con alimentos que aporten proteínas, vitaminas y minerales, y que favorezcan la nutrición del hueso y del tejido articular, sí es posible.
Tenga presente que para cuidar las articulaciones es importante ingerir vitaminas C, D y E, así como calcio, magnesio, silicio y azufre.
Las vitaminas son antioxidantes, que contribuyen a la estimulación de colágeno, dando paso así al rejuvenecimiento de las articulaciones y la protección del cartílago.
El calcio junto con el fósforo, hacen parte de la formación, desarrollo y mantenimiento de las articulaciones.
Además, el magnesio es uno de los principales componentes del sistema óseo, mientras que el silicio ayuda a la síntesis de elastina y colágeno. No hay que olvidar que el azufre contribuye a la formación de tendones, cartílagos y ligamentos.
Alimentos a tener en cuenta
- Frutos secos. Las nueces, sésamo o almendras, entre otros, son alimentos que tienen un alto contenido en magnesio. Además, es uno de los principales componentes de la estructura ósea y sobre todo un elemento que ayuda a mantener los huesos y las articulaciones en perfectas condiciones.
Cabe mencionar que las nueces contienen altas cantidades de ácidos grasos omega-3. A esto se suma que las almendras, las nueces de macadamia, las avellanas y las nueces parecen ser bastante saludables para el corazón, al igual que el maní.
Entre los nutrientes que aporta la nuez al cerebro, se encuentra que contienen numerosas vitaminas y minerales entre los que destaca su alto contenido en vitamina E, el cual tiene un alto efecto antioxidante.
Este fruto es asimismo una rica fuente de ácidos grasos poliinsaturados como el omega-3 y el 6, los cuales son esenciales para la función neuronal y el sistema nervioso central.
- Lácteos. De ellos se recibe la mayor fuente de calcio. Su absorción es rápida y efectiva si se ingiere junto con vitamina D y C.
- Agua: Estar hidratados ayuda a sintetizar el líquido sinovial, que es necesario para mantener las articulaciones acolchadas y lubricadas, con lo cual se puede evitar la fricción entre los cartílagos y otros tejidos.
- Legumbres. Las lentejas, judías o garbanzos son los mejores aliados para ingerir hierro y magnesio, y así poder tener un tejido óseo reforzado.
- Cereales integrales. El trigo, la avena y el arroz integral son fuentes de fibra, que también contienen magnesio. Estos ayudan a mantener las articulaciones.
- Verduras. Las más efectivas son las verduras de hoja verde como la acelga, la espinaca o el brócoli, sobre todo porque protegen el tejido del desgaste oxidativo.
- Frutas. Fresa, naranja, kiwi, papaya, piña, limón y arándanos son alimentos ricos en vitamina C, que ayudan en la síntesis del colágeno, lo que a su vez mantiene los huesos y las articulaciones lubricadas.
- Carne. Contiene proteínas, lo que entrega aminoácidos esenciales para sintetizar colágeno y mantener las articulaciones reforzadas. Eso sí, no hay que olvidar que no se debe abusar de este producto.
- Hortalizas. El ajo, la cebolla o el puerro son ricos en azufre, un mineral muy importante para la formación de colágeno. Este tipo de alimentos son versátiles y poseen un gran sabor.
- Pescado. Entre este alimento se destaca el atún, caballa y sardinas, ya que es rico en omega-3, el cual actúa como antiinflamatorio, protegiendo las articulaciones del desgaste provocado por la fricción.
- Aceite de oliva. Es rico en Vitamina K, el cual ayuda a transportar el calcio.
Para lograr que estos alimentos sean efectivos, es necesario dejar atrás los procesados con aditivos y conservantes.