Los efectos en el cuerpo al consumir aceite de oliva virgen en ayunas han sido objeto de estudio y debate en el campo de la nutrición y la salud. La dieta mediterránea, ampliamente conocida por sus beneficios para la longevidad y el bienestar, destaca por el consumo de alimentos como verduras, frutas, cereales, legumbres, pescado y, por supuesto, el aceite de oliva virgen extra (AOVE).

Al parecer, ingerir aceite de oliva en ayunas trae grandes beneficios al organismo. | Foto: Libre de derechos

En los últimos años, las evidencias científicas sobre los beneficios del aceite de oliva se han vuelto cada vez más contundentes. Especialistas como José Ramón Llorente, naturópata y presidente de la Sociedad Española de Nutrición Ortomolecular, y de Cofenat, han afirmado que el AOVE es antiinflamatorio y puede ayudar en el proceso de adelgazamiento.

Consumirlo en ayunas puede reducir la acidez gástrica y favorecer el tránsito intestinal, mejorando la absorción de nutrientes esenciales como el calcio, magnesio, zinc y vitaminas del grupo B. También optimiza el funcionamiento del hígado, la vesícula biliar y el páncreas.

Además, a nivel cardiovascular, el AOVE disminuye el colesterol “malo” (LDL) y aumenta el colesterol “bueno” (HDL), lo que puede ser beneficioso para el corazón y las arterias. Además, su contenido en polifenoles lo convierte en un potente antioxidante, lo que ayuda a reducir la grasa abdominal y proporciona una reconocida acción antiinflamatoria.

El aceite de oliva virgen extra de alta calidad es rico en polifenoles y nutrientes, y su consumo no está limitado por edad ni condición fisiológica, por lo que se recomienda incluirlo en la dieta de forma habitual.

El aceite de oliva ayuda a mejorar el tránsito intestinal. | Foto: Getty Images

Es importante destacar que los beneficios del aceite de oliva también se extienden a su ingesta a lo largo del día, no solo en ayunas. Consumir al menos cuatro cucharadas al día se ajusta a las recomendaciones de la dieta mediterránea y ha demostrado asociarse con un menor riesgo de padecer cáncer de mama, alzhéimer y fracturas óseas.

A pesar de que el aceite de oliva contiene casi el 100% de grasa, no se ha asociado directamente con el aumento de peso corporal a largo plazo.

El AOVE tiene efectos beneficiosos para la salud cardiovascular debido a su alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados, especialmente el ácido oleico, así como a los tocoferoles, que tienen un gran poder antioxidante, especialmente la vitamina E.

Por otro lado, se ha demostrado que este tipo de aceite es útil para la conservación de otros alimentos debido a sus compuestos fenólicos.

Aunque hay evidencias sobre los efectos del aceite de oliva en ayunas, faltan estudios científicos que hayan evaluado específicamente esta cuestión, por lo que aún no se pueden hacer recomendaciones generales al respecto. Sin embargo, tanto Nuria Rosique como Julieta de la Morena coinciden en que el aceite de oliva, especialmente el virgen extra, aporta beneficios independientemente del momento de su consumo, siempre que sea en crudo.

El aceite de oliva tiene antioxidantes y le aporte grasas saludables al organismo. | Foto: Brian Hagiwara/FoodPix

Por último, se ha señalado que el aceite de oliva puede contribuir a aliviar el estreñimiento, ya que tiene un ligero efecto laxante cuando se consume en ayunas.

Incorporar este complemento a una dieta balanceada y siguiendo los principios de la dieta mediterránea, puede ser una opción inteligente para promover una vida más saludable y longeva.

¿Qué tipos de aceites de oliva hay?

  • Aceite de oliva virgen: Se obtiene únicamente mediante métodos mecánicos de prensado en frío, utilizando el primer prensado de las aceitunas y sin aplicar calor adicional para aumentar la producción.
  • Aceite de oliva virgen extra: Considerado de la más alta calidad y mejor sabor, ya que su grado de acidez o concentración de ácido oleico es cercano o incluso inferior al 1%.
  • Aceite lampante: Su acidez es superior a 3,3 grados y en el pasado se usaba como combustible para lámparas de aceite, de ahí su nombre. No es apto para el consumo directo.
  • Aceite de oliva: Ya no se clasifica como “virgen” y es de menor calidad, ya que proviene de la mezcla de aceites refinados y aceites vírgenes. Aun así, es adecuado para el consumo y su grado de acidez no debe superar el 1%.
  • Aceite de orujo de oliva: Es de menor calidad y apto para el consumo. No puede ser considerado como “aceite de oliva” en sí, ya que es el resultado de mezclar aceite de orujo refinado con aceite de oliva virgen.