La ducha es una práctica de higiene fundamental en la vida cotidiana que ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar. Sin embargo, existen debates sobre la frecuencia ideal y ciertos errores comunes que muchas personas cometen al ducharse.

La frecuencia ideal de las duchas depende de diversos factores como el estilo de vida, el nivel de actividad física, el clima y las preferencias personales. Sin embargo, según la Academia Americana de Dermatología (AAD), ducharse diariamente es recomendable para la mayoría de las personas.

En el caso de los niños, la AAD sugiere ducharlos todos los días o día por medio, especialmente después de realizar actividades físicas o ensuciarse.

La frecuencia de las duchas depende de diversos factores como el estilo de vida de cada persona. | Foto: (c) Copyright 2022, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

Beneficios de una ducha:

  • Mejora la salud de la piel: Elimina suciedad, bacterias y células muertas, previniendo acné, infecciones y otros problemas dermatológicos.
  • Fortalece el sistema inmunológico: El agua fría estimula la producción de glóbulos blancos, ayudando al cuerpo a combatir enfermedades.
  • Alivia dolores musculares: El agua caliente ayuda a relajar los músculos y disminuir la tensión.
  • Mejora la calidad del sueño: Una ducha caliente antes de acostarse favorece la conciliación del sueño y un descanso profundo.

Errores comunes al ducharse

De acuerdo con la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), entre los errores más comunes están:

  • Ducharse con agua demasiado caliente: Puede resecar la piel y el cabello, además de aumentar el riesgo de quemaduras. La temperatura ideal del agua es entre 35°C y 40°C.
  • Usar jabones agresivos: Pueden eliminar los aceites naturales de la piel, provocando sequedad e irritación. Se recomienda utilizar jabones neutros o hidratantes.
  • Ducharse por mucho tiempo: Un exceso de agua puede eliminar la barrera natural de la piel, dejándola vulnerable a la sequedad y las agresiones externas. Lo ideal es que las duchas duren entre 5 y 10 minutos.
  • Descuidar el secado: Es importante secarse bien la piel, especialmente en los pliegues, para evitar la humedad y la proliferación de hongos.
  • No usar hidratante: La hidratación diaria es fundamental para mantener la piel sana y protegida. Se recomienda aplicar crema hidratante después de cada ducha.
La ducha es una práctica de higiene fundamental en la vida cotidiana que ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar. | Foto: Getty Images