Son muchos los decesos que se han reportado producto de un paro cardíaco. Y es que son pocos los minutos en que las víctimas alcanzan a recibir reanimación cardiopulmonar, intervención que, de ejecutarse en el momento adecuado, puede lograr que la persona sobreviva. El problema es que, suele presentarse de manera repentina, sin que nadie lo espere, y en el momento en que más solo se encuentra.
Por ejemplo, en el caso del preinfarto, puede ocurrir cuando se produce un funcionamiento incorrecto en el corazón, afección más conocida como una angina de pecho o angina inestable. La angina de pecho es un problema en el que hay una reducción temporal del flujo sanguíneo al músculo cardíaco, lo que provoca dolor o malestar en el pecho.
Esto puede ocurrir cuando las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón, se estrechan debido a la acumulación de placa en sus paredes. Esto puede limitar el flujo sanguíneo y causar una falta de oxígeno en el músculo cardíaco; provocando síntomas como dolor o malestar en el pecho, así como presión, opresión, ardor o dolor en el área. También puede irradiarse a los brazos, el cuello, la mandíbula, la espalda o el estómago.
La angina de pecho se considera como un ‘preinfarto’ porque puede ser un signo de advertencia de un posible ataque cardíaco en el futuro. Si bien la angina de pecho no causa daño permanente al músculo cardíaco, es importante tomarla en serio y buscar atención médica de inmediato.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración. Además, las personas pueden experimentar síntomas diferentes, como dolor en la mandíbula, el cuello, los hombros o la espalda, en lugar del típico dolor en el pecho.
En caso de experimentar alguno de los síntomas anteriormente mencionados, especialmente si son dolores nuevos, intensos o duraderos, es importante buscar atención médica de emergencia de inmediato. Los síntomas de un pre infarto pueden ser una señal de advertencia de un posible ataque cardíaco inminente, por lo que es crucial recibir atención médica lo antes posible.
Aunque son variados los detonantes que pueden llevar a que se presente un paro cardíaco, en su mayoría tienen relación con la enfermedad cardiovascular. Normalmente se utiliza el nombre de “infarto” para nombrarlos a todos, pero es necesario distinguir el infarto de miocardio que suele presentarse con algo de antelación y puede tratarse en un margen de tiempo más alto, de la muerte súbita cardíaca, la cual es un paro repentino del corazón, que está relacionado con la cardiopatía isquémica, la cual acaba con la persona en menos de una hora.
El portal El Confidencial dio a conocer que un grupo de investigadores del Cedars-Sinai Heart Institute de Los Ángeles, descubrió que la mitad de las víctimas de la muerte súbita cardíaca (MSC) experimentan algunas señales de alarma horas, días e incluso semanas antes de sufrir el paro cardíaco.
Según el doctor Sumeet Chugh, autor principal del estudio, cuando las personas llaman a la línea de emergencia, es demasiado tarde para el 90 % de las personas. Por eso el conocer los síntomas con antelación se convierte en una posibilidad de salvar vidas.
Otros síntomas que presentaron los pacientes antes de sufrir el ataque al corazón fueron pequeños desmayos y palpitaciones. Debido a que todos fueron de pequeña intensidad, muy pocos pacientes decidieron acudir a Urgencias antes de sufrir el ataque. Precisamente los que sí acudieron fueron los que en su mayoría lograron sobrevivir.
Para el doctor Clifton Callaway, presidente del comité de atención de urgencias de la American Heart Association, “el dolor de pecho y la dificultad para respirar son síntomas que, aunque aparezcan en medio de la noche, deben empujarlo a ir de inmediato a Urgencias”.