Tener una alimentación balanceada, practicarse exámenes médicos apropiados y mantener estabilidad emocional, hacen que se pueda gozar de una vida plena desde comienzos del nuevo año. Consejos.
Con la llegada del año nuevo, las personas esperan con ansias poder cumplir sus nuevos propósitos y expectativas de vida. De hecho, un deseo muy común es tener una buena salud física y mental. Después de los excesos de diciembre, se anhela tener un mejor estilo de vida, ya que este repercute en las acciones que a diario realizamos y en nuestro estado de ánimo. Así pues, que cuidarse es vital para nuestro organismo y nuestra mente.
Ahora bien, tanto la salud física, como mental, emocional y espiritual, conforman el bienestar global que debe ser una prioridad en las personas, al igual que determinar qué actividades son necesarias para desarrollarse plenamente y que contribuyan a un balance positivo. “Se debe tener hábitos de excelencia desde por la mañana para poder manejar los conflictos”,afirmó Jorge Ruiz, coach de vida. Ser conscientes de una alimentación balanceada, practicarse exámenes médicos apropiados y mantener estabilidad emocional, hacen que se pueda gozar de una vida plena desde comienzos del año.
Con la asesoría de varios expertos, El País, le aconseja cómo empezar con pie derecho el 2023 velando por su salud física y emocional.
Año nuevo, consulta nueva
La clave para tener una buena salud es tener bienestar mental, porque este repercute en el cuerpo físico, al igual que mantener hábitos saludables como estilo de vida.
Lea también: Casos de Covid-19 continúan disminuyendo en el Valle
El médico Alejandro David Adarve, especialista en medicina laboral y auditoría en salud, manifiesta que es necesario hacerse unos exámenes de rutina generales, que son considerados como reveladores del estado metabólico de una persona, es decir, que muestran cómo está el funcionamiento de los órganos más importantes del cuerpo y permiten la visualización de alteraciones. “Es primordial realizar un hemograma completo para saber cómo están las células sanguíneas; un perfil lipídico: colesterol total, colesterol de alta densidad, colesterol de baja densidad y triglicéridos; una glicemia en ayunas; una creatinina y un examen de orina: según el valor en que se encuentren, indican si hay que hacer tratamiento respecto a la
alteración”, explicó Adarve.
Finalmente, “hay hormonas del estrés producidas cuando no hay un bienestar (noradrenalina) y disminuyen otros neurotransmisores (serotonina, oxitocina). Al no ser buenas sustancias químicas, el sistema inmunológico no responde igual, se eleva la presión sanguínea, por lo tanto, si se llevan a cabo prácticas para estar en tranquilidad con uno mismo, se ve una mejora en esta presión y un incremento en la capacidad retentiva. Por eso, la clave de la salud es ocuparse de todas las emociones que no traen bienestar”, concluye el médico Adarve.
Bienestar alimenticio
Una buena nutrición es importante ya que los alimentos, al ingerirse, aportan nutrientes que ayudan al funcionamiento del organismo en general y energía para el diario vivir, por lo tanto, es muy importante cuidar lo que comemos. Hay tres pilares para una buena salud: la nutrición, la actividad física y la salud mental.
El nutricionista Luis Fernando Ángel considera que “para dejar de ser sedentario es recomendable realizar algún tipo de actividad física mínimo 30 minutos al día, cinco veces a la semana, para tener un total de 150 minutos semanalmente”.
Con respecto a la salud mental comenta que practicar alguna técnica de meditación ayuda a moderar las emociones y esto es importante ya que el estado emocional está estrechamente relacionado con el sistema inmunológico. Y finalmente, Ángel indica que la nutrición “es alimentarse de comida real, no con ultra procesados”. Advierte, además el nutricionista, que existen alimentos que aumentan riesgos de enfermedades como hipertensión, diabetes, cáncer y demás. “La restricción está básicamente en el consumo de productos con alto de índice glicémico (ultra procesados). A su vez, hay que controlar la ingesta de alimentos muy refinados como harinas de trigo, cebada, centeno, azúcar refinada y sal refinada, que pueden disparar la insulina de manera nociva para nuestra salud”.
Tener un plan nutricional es importante y más, luego de la época decembrina, en la que hay excesos en comida; cada plan se caracteriza por cumplir con un objetivo en específico. Asimismo, es importante reconocer cuál es el peso ideal de cada persona, que, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, es un índice de masa corporal entre 15, 20 y 21; y se halla mediante la operación de altura en cms menos 100, a lo que se le suma la edad previamente dividida entre 10 y multiplicada por 0,9. Es decir: altura (cm) -100 + ((edad/10) x 0,9).
Por ejemplo, si una persona de 62 años mide 1,70 cms de estatura su peso ideal es 75, 58 kilos. Este resultado se obtiene de restarle a la estatura cien centímetros: 70 cms. Y a la edad dividirla entre 10: 6,2. Y a esta cifra multiplicarla por 0, 9: 5, 58.
Así que se suma 70 cms más 5,58. Por eso el peso ideal es de 75,58.
Ya cuando se conoce el peso ideal, es recomendable calcular el índice de masa corporal mediante una fórmula sencilla que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado. Esto es vital para entender en qué categoría está ubicado nuestro cuerpo, donde “de 25 a 30 es sobrepeso; de 30 a 35 sobrepeso grado dos; de 35 a 40 obesidad y, por encima de 40, es obesidad mórbida”, afirma Ángel.
En el ejemplo anterior, se calcula así: se divide 75, 58 entre el resultado que se obtenga de multiplicar 1,70 cms por 1,70 cms: que 2,89. Así que para conocer el índice de masa corporal se divide 75,58 entre 2,89: 26,1.
Lo que quiere decir que esa persona estará en sobrepeso de 5,1 kilos.
Además, también se deben mantener los perfiles metabólicos dentro de los parámetros, como el colesterol total en menos de 200 miligramos/decilitro (entre menos sea el valor, es mejor); la presión sistólica de menos de 120 y diastólica de menos de 80; los triglicéridos de 10 a 150 miligramos/decilitros; la lipoproteína de baja densidad de 70 a 130 miligramos/decilitros y lipoproteína de alta densidad más de 50 miligramos/decilitros. Hay que tener en cuenta que estos rangos de valor pueden variar ligeramente dependiendo de la persona.
Se debe tratar que en la nutrición el 80 % sean alimentos sembrados, pescados, cazados y un 20 % sean comidas ‘premios’; es decir, no es dejar de comer definitivamente un pedazo de torta, por ejemplo. Es basar nuestra alimentación en comida saludable y eventualmente, darnos un gustico.
A cuidar la salud mental
Es crucial el fortalecimiento de la mente y flexibilidad para tener un buen rendimiento. El psicólogo y coach de vida Jorge Ruiz con recorrido en el crecimiento del ser humano, las palabras y programación neurolingüística, plantea como la finalidad de su trabajo hacer preguntas ganadoras para que las personas, den sus propias respuestas. “Para tener una buena salud, física, mental, emocional y espiritual, se debe preguntar cada uno: ¿A qué vino a este planeta? Y la respuesta es: a ser felices. El proceso de ensayo y error es un desarrollo de aprendizaje”, indica Ruiz.
“Existen cinco resultados ( PERAS) que dan la felicidad en nuestras vidas: la P, de paz interior en el corazón; la E, de buena economía, prosperidad, abundancia; la R, de buenas relaciones interpersonales en amor; la A, de adaptación y disfrute del medio, y la S, de buena salud física, mental, emocional y espiritual”.
La vida siempre lleva a tener situaciones de contraste que deben ser enfrentadas, porque no se trata de no tener problemas, sino de la actitud al enfrentarlos, “entendiendo desde un principio, que todo lo que sucede es perfecto, necesario y con propósito de amor; aprender a actuar desde la sabiduría con el ‘PHD’ es importante (pensar lo mejor, hacer lo necesario, decir lo adecuado)” asevera Ruiz.
Y esto precisamente, agrega el coaching de vida, va con la técnica de cero críticas, cero quejas y cero chismes, de William Bowen, un pastor de la Unidad de la Iglesia de Cristo, conferencista motivacional humorístico a nivel internacional y autor del libro ‘Un mundo sin quejas’.
Lea también: Falleció Eugenio Jaramillo Londoño, director de la Cinemateca del Museo La Tertulia
También, mientras se aprende a sanar heridas, la salud mejora porque se cultivan sólidas relaciones interpersonales y se comunican desde esa armonía con las personas que les rodean.
Ruiz señala que cuando se aprenden a manejar las emociones se es más estable desde la felicidad.
“Una alimentación sana, tomar jugo verde, hacer ejercicio es clave, ya que el cerebro segrega unas sustancias llamadas dopaminas, serotonina, amina, que hacen que el nivel de estrés disminuya y cuando las células del sistema inmunológico están equilibradas, las enfermedades se distancian”, afirma. Lo más importante es que el individuo tenga claro qué quiere hacer con su vida. Cuando se entiende qué se quiere, la mente trabaja inconscientemente para conseguirlo. La determinación es la guía de vida, porque una intención sin acción es ilusión, precisa el coach de vida.
TENGA EN CUENTA
- La salud física y mental van de la mano y deben estar en armonía.
- Somos lo que comemos, por eso es importante adquirir una ingesta adecuada de alimentos, tanto en cantidad como en calidad.
- Dormir bien debe ser una prioridad constante.
- Hay dietas para cada tipo de persona, de acuerdo con su contextura física, su estilo de vida, sus padecimientos. Existe, por ejemplo, la dieta Dash, para quienes sufren de hipertensión o la dieta Keto, para bajar de peso. Es necesario visitar al nutricionista para tener un plan nutricional balanceado y coherente con la meta a lograr.
- Debe haber un equilibrio entre cuerpo y mente (cuerpo sano, mente sana) para que las acciones que realizamos, cualquiera que sean, tengan un sentido armónico y vayan de acuerdo a los propósitos a cumplir, ya que la idea, como en el caso de la ingesta de comida, es justamente, no tener un gusto culposo o cohibirse de ella, sino ser flexibles y entender que no se puede hacer todo a la perfección. Al final, es encontrar el balance entre lo que se quiere y lo que se es recomendable.