Una vez que el médico ha diagnosticado un nivel alto de azúcar en la sangre, es importante seguir todas sus indicaciones, así como revisar y corregir aquellos hábitos que no brindan ningún beneficio para la salud.
La práctica de buenos hábitos de vida puede ayudar a regular y, por ende, controlar, los niveles de azúcar en la sangre.
Tener un nivel alto de glucosa en la sangre puede ocasionar problemas graves al organismo, como daños en los nervios y en los riñones, enfermedades cardiacas y derrames.
Por eso, es muy importante tomar las medidas necesarias para controlarlos. A continuación, se detallan algunas de ellas.
Disminuir el consumo de azúcar diario
Cuando las personas no regulan la calidad de los alimentos ni las cantidades de los mismos, la dieta puede ser pobre en muchos aspectos. En consecuencia, se pueden desarrollar patologías como: diabetes tipo 2, intolerancia a la glucosa y obesidad.
Consumir linaza
Las semillas de lino, o linaza, son muy populares gracias al contenido de fibra que aportan al organismo. Por eso, es considerado un alimento de bajo índice glucémico.
Mantener el cuerpo bien hidratado
Para poder eliminar los desechos del organismo, es importante consumir suficiente cantidad de agua durante el día.
Vale la pena recordar que las bebidas gaseosas o azucaradas, en general, deben evitarse a toda costa.
Dormir las horas suficientes
No es un secreto que el descanso es necesario para gozar de una buena salud en general, y este caso no es la excepción. Así lo sugiere un artículo de Sleep Foundation, en el que se indica que, con la pérdida de sueño, el cuerpo recibe menos insulina, una hormona que regula el azúcar en sangre.
Perder peso
Este consejos es muy importante si tienes sobrepeso, ya que, como lo propone la Clínica Mayo, perder solo entre el 5 % y el 7 % de peso corporal puede reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Para mantenerte saludable es fundamental llevar una dieta balanceada y realizar alguna actividad física.