El magnesio se ha convertido en ese tema del que todos quieren hablar, pero del que muchos conocen.
Este mineral esencial tiene un papel fundamental en numerosas funciones del organismo, ya que logra la regulación del calcio en los huesos y mantiene el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Se puede incluir en alimentos y en suplementos, pero hay que tener en cuenta que su consumo no está exento de contraindicaciones y precauciones.
Debido a que tiene un efecto laxante y a la interacción que tiene con ciertos medicamentos, como los antibióticos y los tratamientos para la hipertensión, consumirlo puede ser negativo para quienes padecen ciertas patologías.
Los NIH establece que el límite diario para un adulto es de 3,5 gramos. “El consumo extremadamente alto de magnesio puede provocar un ritmo cardíaco irregular y paro cardíaco”, mencionan.
Problemas renales
Si tiene antecedentes de cálculos renales o enfermedad renal, deben tener precaución al tomar suplementos de magnesio, sobre todo porque esto podría aumentar la excreción de calcio en la orina.
En estos casos, la ingesta debe ser supervisada por el médico personal porque puede contribuir a la formación de cálculos renales o agravar la enfermedad renal subyacente.
Hipotensión
Un efecto vasodilatador es el que puede tener el magnesio. Cuando una persona presenta presión arterial baja, es decir, hipotensión, su consumo excesivo podría provocar una disminución de su presión arterial. Esto puede incluso provocar mareos, desmayos o problemas cardíacos graves.
Trastornos digestivos
El magnesio tiene efecto laxante, lo que puede ser nocivo para quienes sufren de trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o la gastritis.
Alergias o sensibilidad al magnesio
Algunas personas pueden ser alérgicas o tener sensibilidad al magnesio. Los síntomas de una reacción alérgica pueden presentarse con erupciones cutáneas, picazón, hinchazón facial y dificultad para respirar.
Cuidado con los demás medicamentos
Tenga presente que este mineral puede interactuar con medicamentos como los antibióticos quinolónicos, en este caso el ciprofloxacino; los bifosfonatos que se utilizan en el tratamiento de la osteoporosis, y los bloqueadores de los canales de calcio que también se usan para tratar la hipertensión.
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