Por María Teresa Arboleda Grajales, Reportera de El País
Entre los 45 y 52 años de edad, la gran mayoría de las mujeres experimentan diversos síntomas físicos y emocionales como consecuencia de la menopausia.
Martha Cecilia Torres, por ejemplo, recuerda que, al irse el periodo menstrual, empezó a tener hemorragias frecuentes.
“Luego comenzaron los calores, como fogajes que me subían a la cara; a veces me dolía la cabeza y en ocasiones me sentía deprimida, con deseos de llorar”, narra esta ama de casa caleña.
¿Por qué se produce?
Aunque es la más conocida, la menopausia es solo una parte del climaterio, es decir, el tránsito entre la vida fértil de una mujer a una no fértil e invlucra las fases:
-Transición en la menopausia: puede dar de los 40 a los 45 años.
-Menopausia: Pérdida del ciclo menstrual por un año en forma natural. Va de los 45 años a los 52 años.
-Posmenopausia: va de los 52 años en adelante.
La menopausia “ocurre porque al transcurrir los años el ovario se envejece y va disminuyendo la producción de las hormonas, siendo la principal el estrógeno. A esto se le denomina hipoestrogenismo. Otras hormonas, como la progesterona y la testosterona, también se reducen, y esta disminución produce varios síntomas”, explica la gineco obstetra de la Clínica Imbanaco, María Cecilia Arturo Rojas.
Principales cambios
“La hormona del estrógeno tiene receptores en todo nuestro organismo, hacemos de cuenta que es la gasolina de nuestro cuerpo”, explica la doctora, al mencionar que entre los síntomas más comunes están los vasomotores, conocidos como calores o fogajes, en un 70%”.
Luego están las alteraciones en el sueño y en el estado de ánimo, las cuales pueden manifestarse en ansiedad, depresión e irascibilidad.
Se pueden presentar alteraciones en la cognición (niebla cerebral), así como síntomas urológicos, resequedad en todas las mucosas, la piel, los ojos, la vulva y la vagina, alterando así las relaciones sexuales por dolor, lo que se conoce como dispareunia.
En esta etapa también suele haber mayor posibilidad de infecciones urinarias. Asimismo, se va perdiendo la densidad o fortaleza de los huesos, generando riesgo de fracturas, en tanto que se disminuye el metabolismo que lleva al aumento de peso.
Cabe aclarar que estas manifestaciones van apareciendo a medida que se avanza en años y se aumenta la pérdida de las hormonas.
Al respecto, la doctora Claudia Otálora, ginecóloga adscrita a Colsanitas, afirma: “La menopausia implica que la producción de hormonas se detiene, lo cual causa cambios físicos como caída de los senos, arrugas y cambios en la distribución de grasa corporal.
La médica precisa, además, que hay casos en los que la menopausia llega de manera prematura (antes de los 40 años) o temprana (antes de los 45 años). Esto puede ocurrir por varias razones:
-Castración: pacientes con patologías malignas en los ovarios o a quienes se los han extraído.
-Agentes destructores de células germinales: mujeres que han sido tratadas con quimioterapia.
-Falla ovárica: sucede cuando los ovarios tienen menor cantidad de óvulos, lo que hace que se desgasten en menos tiempo y produzcan menopausia.
¿Por qué es importante informarse acerca de estos cambios?
Cada 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Menopausia, una etapa sobre la cual muchas mujeres aún no tienen suficiente información, y cuando llega, tienen miedo, ansiedad o frustración.
De ahí la importancia de “estar muy bien informadas, pues conociendo los síntomas se pueden tomar acciones de acuerdo a cada paciente”, explica explica la doctora Arturo Rojas.
Ajustes a realizar
Entre los aspectos que se deben contemplar para evitar que la salud desmejore, figuran, por ejemplo, el tipo de nutrición, el ejercicio físico, si requiere o no las hormonas, y “saber, además, que será una etapa de más o menos 30 años para obligatoriamente cuidarnos”, resalta la profesional de la Clínica Imbanaco.
Y agrega que, “conociendo la etapa de vida en la que nos encontramos, podremos entender mucho mejor a qué nos exponemos y así dar manejo para evitar patologías que con los años pueden aparecer. Entre ellas, enfermedades cardiovasculares, como el infarto del miocardio, primera causa de muerte en las mujeres en menopausia”.
Subraya que también se puede prevenir la osteoporosis, una enfermedad silenciosa que podría llevarnos a fracturas severas y a postración; de igual manera, se puede evitar el síndrome genitourinario, es decir, alteraciones por resequedad en vagina, vulva y vejiga, que ocasionan dolor, sangrados e infecciones.
Otro punto importante derivado del conocimiento de esta etapa común en la gran mayoría de las mujeres, es la posibilidad de evitar condiciones en el estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, que alteran las funciones cotidianas por fatiga.
De acuerdo con la doctora Otálora, se recomienda también asistir a chequeos médicos anuales para hacer seguimiento a procedimientos como mamografía, citología y ecografía vaginal, y así recibir el mejor acompañamiento posible durante el climaterio.
Nuevos estilos de vida
La ginecóloga enfatiza en la necesidad de realizar cambios en el estilo de vida, como tener actividad física regular (caminatas, yoga, taichí); incluir alimentos ricos en calcio y evitar productos picantes, alcohol y cafeína para reducir los sofocos.
De igual manera, sugiere integrar alimentos con fitoestrógenos como soya, tofu y semillas de lino para aliviar los síntomas.
“Durante la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno deja los huesos menos protegidos, de ahí que la vitamina D desempeña un papel fundamental en varios sistemas del organismo”, sostiene el médico ginecólogo Alfonso Correa.
Sumado a lo anterior, las mujeres no deben sentir vergüenza de hablar del tema y lo ideal es que propicien la comunicación con su grupo o red de apoyo familiar y social.
Profesionales de Abbott también destacan la importancia de establecer entornos laborales amigables y empáticos con aquellas mujeres que experimentan esta condición.
El propósito, en todo caso, es mantener una buena calidad de vida, y no temerle a esta etapa.
Cómo mitigar los cambios
Si con la menopausia lo que se presenta es una deficiencia hormonal, ¿todas las mujeres deben tomar hormonas? Ante esta pregunta, la respuesta es no.
La gineco obstetra María Celilia Arturo aclara que los tratamientos se dividen en hormonales y no hormonales de acuerdo a cada paciente.
Hay mujeres que están en un grupo que no pueden recibirlas por tener alteraciones o patologías, como por ejemplo: las que han sufrido trombosis, o son obesas, fumadoras o quienes tienen cánceres estrógeno dependientes: de endometrio, mama y algunos de ovario.
“Cada mujer debe tener su propia forma de recibir la orientación y si requiere la suplencia hormonal, la cual dependerá de su historia clínica y de la concertación con su ginecólogo tratante para definir la dosis, la vía de administración, si es oral o transdérmica; sola, con estrógeno o estrógeno más progesterona u otra combinación”, precisa la doctora.
En cuanto a los tratamientos no hormonales, estos consisten en sustancias que ayudan a disminuir la sintomatología vasomotora en una forma más lenta y débil. Entre ellas están los inhibidores de recaptación de serotonina, que son antidepresivos.
Lo que sí todas las mujeres deben cumplir es con un ejercicio rutinario mínimo 150 minutos por semana, así como mantener una nutrición sana y adecuada para evitar el sobrepeso y la alteración mayor de glicemia y colesteroles.
Vigilar su estado nutricional seguramente llevará a adicionar algunas vitaminas y oligoelementos necesarios para evitar aún más la oxidación de las células, como vitaminas C, D, complejo B, zinc y magnesio, los cuales se definirán con el profesional que la acompañe en este proceso natural de la vida.
Por lo general, se amerita un manejo interdisciplinario que puede involucrar a profesionales como ginecólogo, psiquiatra, internista, urólogo, nutricionista y otros, según el caso de cada paciente.
A cuidar la salud del corazón
Uno de los factores clave en el aumento de las patologías del corazón entre las mujeres es la menopausia, porque durante este periodo, los niveles de estrógeno, hormona protectora del sistema cardiovascular, disminuyen significativamente.
“La caída en los niveles de estrógeno tiene un impacto directo sobre la salud arterial de la mujer, lo que explica por qué las enfermedades cardíacas son más prevalentes después de la menopausia”, explica el doctor Giovanni de la Cruz, Jefe de la Unidad de Diagnóstico Cardiovascular de la Clínica del Country, en Bogotá.
Hay que prestar atención a los síntomas, pues las mujeres suelen presentar señales cardiovasculares diferentes a los hombres. En lugar del típico dolor en el pecho, ellas a menudo experimentan fatiga, dificultad para respirar y náuseas.
El climaterio comprende la tercera parte de nuestra vida. Aproximadamente entre 30 y 40 años estaremos en esta etapa y merecemos tener una excelente calidad de vida. Somos las responsables de vivirla plenamente”.
Maria Cecilia Arturo Rojas, Gineco obstetra de la Clínica Imbanaco.