A pesar de que el cuerpo no produce ni almacena vitamina C por sí solo, por medio de la alimentación se puede conseguir este nutriente. Afortunadamente, existen diversas fuentes de vitamina C que pueden incluirse en la alimentación diaria, no solo con el fin de asegurar el bienestar adecuado del organismo, sino también con el fin de prevenir patologías como el resfriado habitual.

Las frutas ricas en vitamina C son clave para hacerle frente a la gripa. | Foto: Getty Images

Este alimento se conoce como acerola, una fruta carnosa similar a la de las cerezas. La vitamina C presente de forma natural en la acerola es además un 48% más biodisponible que la de síntesis y exhibe un poder antioxidante 2,6 veces mayor. Por lo tanto, siempre se recomienda obtener esta vitamina a través de alimentos naturales en lugar de suplementos, ya que es más efectivo y no requiere suplementación adicional.

Asimismo, contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmune y juega un papel fundamental en la formación de colágeno y la síntesis de neurotransmisores, lo cual lo convierte en un alimento idóneo para mantener las articulaciones, piel, vasos sanguíneos y sistema nervioso en un estado saludable.

El fruto que combate el cansancio y fortalece el sistema inmune. | Foto: Getty Images

La acerola es una fruta que deben incluir en sus dietas las personas que tienen problemas cardiovasculares, diabetes tipo II, anemia o que buscan prevenir enfermedades degenerativas neuronales como la demencia o el Alzheimer.

Por otro lado, “Las frutas cítricas y muy pigmentadas como el mango, naranja, melocotón, acerola o semeruco, papaya, melón y guayaba, verduras como brócoli, tomate, pimientos y repollo, son ricos en vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, que es un importante antioxidante, muy abundante en el organismo, principalmente en la piel”, aseguraron desde el portal de salud portugués Tua Saúde.

El fruto fortalece el sistema inmunológico. | Foto: Getty Images

De otro lado, el portal portugués señaló que “otros alimentos que pueden incluirse en alimentación y poseen propiedades hepatoprotectoras y depurativas son la alcachofa, zanahoria, achicoria, limón, frambuesas, tomate, manzana, ciruelas, alfalfa, acerola, uvas, rúcula, melón, remolacha, berenjena, espárragos y berro”.

Debido a esto, la acerola es una fuente fundamental de vitamina C y otros antioxidantes relevantes para el funcionamiento del cuerpo, aunque su contenido de vitamina C puede variar en función de factores como el clima y la madurez, suele alcanzar su máxima concentración cuando el fruto aún está verde, por lo tanto, es más beneficioso consumirlo antes de que se vaya a madurar completamente. Como con cualquier fruta, lo más beneficioso es experimentarla cruda.