Las vitaminas son nutrientes clave en la alimentación. Su ingesta es determinante para el buen funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normal de las personas, entre muchas otras funciones. Cada una de ellas tiene una tarea a cargo en el organismo.

Entre algunos beneficios para el organismo, la biotina alivia la erupción cutánea de la piel de los bebés, reduce la sensación de hormigueo en las piernas, nutre las uñas, ayuda a mantener niveles saludables de colesterol, reduce el nivel de glucosa alto en la sangre, entre otras características.

La biotina tiene muchos beneficios para el cabello, pues le brinda fortaleza, brillo, reduce la grasa del pelo, controla la caspa, entre otros. Es preciso mencionar que para activar dichas cualidades de la biotina además de consumirla, existen tratamientos y champús.

Cabe señalar que para tener el cabello sano no hay que lavarlo tan seguido, ya que el agua y los productos de limpieza le quitan al cabello sus aceites naturales que lo ayudan a mantener la hidratación. En consecuencia, lavarlo cada dos o tres días es lo recomendable. Además, lo más aconsejable es utilizar agua tibia, que no supere los 36 ºC y acabar el lavado con agua fría, para cerrar y sellar las cutículas y conseguir así más brillo.

La biotina (vitamina B8 o vitamina H) participa en procesos de transformación de los alimentos y de la energía. | Foto: Getty Images

Alimentos

Los alimentos que ayudan a mantener los buenos niveles de biotina son: hígado y vísceras en general, productos lácteos de buena calidad, pescados, legumbres, huevos, repollo, brócoli, papas y otros tubérculos, cereales integrales y levadura.

Los huevos son de los alimentos con biotina. | Foto: Getty Images

¿Qué ocurre si no se consume suficiente vitamina B8?

Un estudio reciente publicado en el British Journal of Nutrition reveló que la dieta típica de los europeos carece de suficientes vitaminas del grupo B, vitamina D y ácido fólico. En muchos casos, se destaca aún más, ya que su dieta presenta un bajo contenido de vitamina A en comparación con otros países europeos analizados en el informe.

Estas deficiencias nutricionales pueden dar lugar a señales en el cuerpo que a veces pasan desapercibidas, como la pérdida de cabello o la susceptibilidad a infecciones recurrentes. A continuación, se presentan algunas señales clave que pueden indicar la presencia de una deficiencia de vitaminas en el organismo. En el caso de experimentar síntomas como la aparición temprana de canas, uñas quebradizas y dolor muscular, es posible que se esté enfrentando a un déficit de vitamina B8.

El portal Saber Vivir citó otros de los síntomas que surgen ante un déficit de la vitamina B8, que incluyen erupciones rojas y escamosas alrededor de los ojos, nariz y boca, así como depresión, apatía y hormigueo en los brazos y piernas.

La ausencia de esta vitamina puede causar la caída del cabello. | Foto: Getty Images

Por su parte, el portal de la Clínica Universidad de Navarra agregó que la ausencia de esta vitamina puede causar dermatitis, inflamación de la lengua, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, palidez y fatiga.

“Estados carenciales de biotina que se manifiestan como acné, eczema seborreico, acrodinia (alteración que aparece con frecuencia en la infancia y se caracteriza por tener dolor en las extremidades, taquicardia, trastornos vasomotores y de la sudoración), eritroderma (afectación de la piel caracterizada principalmente por enrojecimiento) o dermatitis exfoliativa”, precisó la fuente mencionada.

Cantidades promedio de biotina

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, reveló las cantidades promedio recomendadas por día en microgramos (mcg) de biotina son:

  • Bebés hasta los seis meses de edad: cinco mcg.
  • Bebés de siete a 12 meses de edad: seis mcg.
  • Niños de uno a tres años de edad: ocho mcg.
  • Niños de cuatro a ocho años de edad: 12 mcg.
  • Niños de nueve a 13 años de edad: 20 mcg.
  • Adolescentes de 14 a 18 años de edad: 25 mcg.
  • Adultos mayores de 19 años de edad: 30 mcg.
  • Mujeres y adolescentes embarazadas: 30 mcg.
  • Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 35 mcg.