Una dieta balanceada y actividad física recurrente, son algunos de los hábitos que pueden extender la vitalidad del organismo, para que cumpla con sus funciones de manera correcta.
Precisamente, el nivel de colesterol del organismo va directamente ligado al tipo de alimentos que se ingieran y la frecuencia con la que se coma.
Es importante recalca que entre los alimentos que ayudan a subir el índice de colesterol se encuentran las azúcares simples, las harinas refinadas, comidas altas en grasa saturadas, entre otras.
Para contrarrestar los efectos nocivos de dichas comidas, se recomiendan ingerir batidos o jugos que ayuden a promover el metabolismo y evitar la acumulación de colesterol en diferentes partes del cuerpo.
Si se busca tratar de diluir el colesterol, se puede tomar jugo de espinaca con chía, la cual es abundante en minerales como el hierro y calcio, vitaminas del complejo A y omega 3.
“La espinaca pertenece al grupo de verduras A, una familia de alimentos que poseen alto porcentaje de agua y bajos niveles de hidratos de carbono. A esta categoría también la integran los rabanitos, las berenjenas, el pepino, el tomate y los coles”, señaló Tatiana Fuentes, licenciada en Nutrición y directora de Nutricenter, en diálogo con La Nación.
El portal MedlinePlus expuso que la espinaca y las semillas de chía son excelentes fuentes de fibra, un nutriente que se absorbe con el agua y forma un gel conocido como mucílago que ayuda a eliminar el colesterol malo (LDL) de la sangre.
Asimismo, al integrarse en el tracto digestivo, absorbe el colesterol que ingresa al organismo a través del consumo de alimentos y luego lo elimina. Esto ayuda a proteger el corazón y mantener la presión arterial en equilibrio.
Lo primero es poner en la licuadora 250 gramos de espinaca en medio litro de agua, junto a una cucharada de semillas de chía. Luego ponga a licuar hasta que sea consistente, luego sirva y tome sin azucar.
Recuerde que antes de implementar alguna dieta o remedio casero, visite a su médico de confianza para que le dé su consejo profesional y un diagnóstico certero.