En la pérdida o aumento de peso pueden incidir diferentes factores como la predisposición genética, la cantidad de comida que consumimos o el sedentarismo. Incluso, los expertos advierten que las hormonas también tienen repercusión en los kilos que ganamos o le restamos a nuestro cuerpo.

La medicina explica que las hormonas son los mensajeros químicos del cuerpo. Viajan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos y órganos, ocasionando una serie de efectos como el desarrollo de los órganos sexuales, el control del crecimiento, intervienen en el estado de ánimo, afecta los procesos de reproducción y metabolismo.

A cierta edad, las hormonas tienen incidencia en el peso. | Foto: Getty Images

Sumado a ello, las hormonas también influyen en el peso corporal, la grasa corporal y la masa muscular toda vez que sus niveles en el organismos pueden determinar los resultados en la báscula.

Según el doctor Kenneth Burman, director de Endocrinología en MedStar Washington Hospital Center y profesor de Medicina en Georgetown University, los niveles de determinadas hormonas varían con la edad y pueden contribuir en el aumento o disminución de peso. En ese sentido, para el experto, algunos de estos mensajeros químicos son:

Estrógeno

Los estrógenos son las hormonas sexuales femeninas. Entre sus múltiples funciones, destacan el desarrollo de los órganos sexuales femeninos, la aparición de los caracteres sexuales secundarios y la regulación del ciclo menstrual.

Cuando los niveles de estrógeno caen precipitadamente durante la menopausia, las mujeres suelen acumular grasa visceral en la parte profunda del abdomen. Pero no está claro si la menopausia por sí sola causa un aumento de peso en general”, explica Burman.

Así las cosas, como la menopausia es una etapa natural de la vida, no existe una fórmula que permita controlarla. Si te encuentras en medio de ese proceso, y notas aumento en el peso, “hay que prestar especial atención a la nutrición, al consumo de calorías y al ejercicio para mantener la grasa visceral bajo control. El exceso de este tipo de grasa aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y otros trastornos”, indica Burman.

Las hormonas sexuales pueden tener repercusión en el peso corporal. | Foto: Getty Image

Testosterona

La testosterona es una hormona producida por los testículos. Es la equivalente a los estrógenos en las mujeres, es decir, la testosterona es importante para el deseo sexual y la apariencia física de un hombre. Estimula el desarrollo corporal y controla la grasa corporal. Generalmente esta hormona comienza a presentar descensos al sobrepasar los 30 años o mucho antes.

¿Este descenso causa un aumento en la grasa corporal? “Tal vez un poco, pero los resultados de las investigaciones no son definitivos. Sin embargo, los hombres que sufren de hipogonadismo, el cual se diagnostica al detectar un nivel de testosterona bajo con síntomas como falta de deseo sexual, depresión o signos como anemia u osteoporosis, tienden a tener un porcentaje muscular más bajo y un porcentaje de grasa más alto, especialmente de grasa visceral”, indica el Dr. Joshua Thaler, profesor adjunto de Medicina en la División de Metabolismo, Endocrinología y Nutrición de University of Washington.

Para Thaler, cuando una persona es diagnosticada de hipogonadismo, lo idea es recurrir donde un especialista que, quizás, podría autorizar un tratamiento a base de hormonas. Este tipo de recetas pueden ayudar a disminuir la grasa corporal “pero no esperes que el tratamiento elimine completamente el sobrepeso o la obesidad”, dice Thaler.

Ghrelina

La ghrelina es una hormona gastrointestinal identificada como un potente regulador de la alimentación y control del peso corporal. Se produce en el estómago cuando no has comido durante algún tiempo; se desplaza hasta el cerebro donde despierta el apetito.

Cuando perdemos peso, los niveles de grhelina aumentan, lo que puede incidir en la necesidad constante de presentar hambre. “Pensarías que bloquear la ghrelina inhibiría el apetito y estimularía la pérdida de peso, pero los medicamento que bloquean la ghrelina han tenido resultados mixtos en estudios en animales, aunque las investigaciones siguen en curso”, indica Thaler.

Las hormonas pueden disminuir o aumentar la cantidad de grasa en nuestro cuerpo.

Cortisol

El cortisol es una hormona glucocorticoide, es decir, es una de las hormonas que se encarga de la regulación del metabolismo de carbohidratos. Suele aumentar cuando se registran niveles altos de estrés.

“Puede ser tentador deducir que el estrés crónico eleva los niveles de cortisol, lo cual hace que se acumule la grasa visceral. Aunque existe alguna evidencia que apoya esta teoría, los resultados de las investigaciones todavía no son muy claros. Puede ser que el estrés simplemente haga que comas en exceso”, explica el doctor John Merendino, profesor adjunto en la Facultad de Medicina de George Washington University en Washington, Estados Unidos.

“Los investigadores están estudiando medicamentos que pueden ser beneficiosos para tratar los niveles de cortisol altos provocados por el estrés que son responsables de la obesidad, pero en la actualidad no existe ningún fármaco en el mercado que esté aprobado para este uso”, dice Merendino