Los riñones son dos pequeños y frágiles órganos vitales para el cuerpo, ya que cumplen una función indispensable, pues son los encargados de eliminar “los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Los riñones también eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre”, según el Instituto Nacional del Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU.
Por ello, cuando estos pequeños integrantes del cuerpo enferman, producen un dolor agudo para la persona, especialmente cuando al interior hay calcificaciones, es decir, piedras en los riñones, que no permiten la correcta expulsión de los desechos, porque obstruyen el paso.
Por su parte, Medline Plus, indica que “una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón debido a sustancias presentes en la orina. Puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una perla”, teniendo en cuenta que cada riñón mide alrededor de 12 centímetros.
En el portal indican que estas con frecuencia se eliminan de manera natural y sin ningún tipo de ayuda médica, pero “algunas veces una piedra no es fácil de eliminar. Puede atorarse en las vías urinarias, bloquear el flujo de orina y causar un gran dolor”.
De igual manera, registran cuáles son los síntomas que indican que es indispensable consultar al médico en el menor tiempo posible para evitar daños mayores:
- Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece
- Sangre en la orina
- Fiebre y escalofríos
- Vómitos
- Orina con mal olor o con apariencia turbia
- Sensación de ardor al orinar
“Los doctores diagnostican las piedras en los riñones a través de análisis de orina, de sangre y de diagnósticos por imagen. Si una piedra no pasa por sí sola, es posib
le que se necesite tratamiento. Este puede ser a través de ondas de choque (un endoscopio insertado a través del tubo que lleva la orina fuera del cuerpo, llamada uretra) o con cirugía”, agrega Medline Plus.
Piedras de calcio: Los tipos de piedras más comunes “en los riñones son las piedras de calcio, incluidos las piedras de oxalato cálcico y las piedras de fosfato cálcico. Las piedras de oxalato cálcico son más comunes que los de fosfato cálcico”.
Piedras de ácido úrico: Puede formarse “cuando la orina contiene demasiado ácido. Comer muchos pescados, mariscos y carne, especialmente las vísceras, puede aumentar el ácido úrico en la orina”.
Piedras de estruvita: Pueden formarse después de tener una infección urinaria. Pueden presentarse repentinamente y agrandarse rápidamente.
Piedras de Cristina: “Resultan de un trastorno llamado cistinuria que es hereditario. La cistinuria hace que el aminoácido cistina se filtre de los riñones a la orina”.
Así las cosas, Túa Súde registra varios tés que se pueden preparar con una planta llamada Chancapiedra, que “es utilizada para tratar los cálculos renales, debido a que reduce el crecimiento de los cristales que forman los cálculos y reduce el crecimiento de las piedras ya existentes en los riñones, además de ejercer una acción diurética”. Y de paso indican cómo utilizarla.
Ingredientes:
- 20 g de las hojas de chancapiedra;
- 1 litro de agua.
Modo de preparación:
Para preparar el té “es necesario hervir el agua y, a continuación, agregar la planta medicinar. Dejar reposar durante 15 minutos, colar y beber a continuación. Este té puede beberse 3 veces al día”.
Además, destacan sus “compuestos alcaloides, flavonoides, triterpenos y ligninas, con propiedades antioxidantes, diuréticas, antiespasmódicas, hepatoprotectoras, antivirales, antibacterianas e hipoglucemiantes”.