En las últimas horas, las autoridades de salud han dado la orden que colegios y otros institutos educativos permanezcan cerrados en Kozhikode, Kerala, hasta el próximo 24 de septiembre.
Se han venido realizado pruebas a 1.080 personas hasta el momento, quienes pasaron por estas evaluaciones estaban en la lista de contactos de contagiados y fallecidos. Los resultados arrojan un total de 297 personas que se encuentran en alto riesgo, lo que significa que tienen una alta probabilidad de contraer la infección; 122 de ellos son trabajadores de la salud. Este es el cuarto brote del virus Nipah en el país desde 2018.
Propagación del Nipah
La variante de Nipah que se originó en Bangladesh tiene la capacidad de transmitirse directamente de persona a persona, en contraste con la cepa de Malasia, que no presenta indicios de transmisión de humano a humano.
La variante que surge en Bangladesh ha sido contagiada entre individuos. La propagación de este virus entre humanos ocurre cuando una persona no infectada entra en contacto directo con las secreciones corporales de alguien infectado, como orina, sangre y gotas nasales o respiratorias.
La alerta está sobre los profesionales de la salud, cuidadores y visitantes que interactúen con personas infectadas, dado que es la población que atiende de primera mano a quienes llegan infectados.
El virus Nipah puede pasar de animales infectados a humanos, especialmente cuando los animales han consumido alimentos o líquidos contaminados por murciélagos frugívoros. Los alimentos contaminados con la orina, saliva y excrementos de murciélagos pueden infectar a animales y, posteriormente, a humanos. Por ejemplo, el brote de Nipah en Filipinas en 2014 se relacionó con el contacto con caballos o el consumo de carne de caballo.
¿Cuáles son los síntomas?
Es vital cortar la continuidad de la transmisión del virus Nipah, por eso es necesario identificar los síntomas que presenten los portadores. Según las autoridades médicas, la cepa de Bangladesh se asocia con debilidad muscular, tos y dificultades respiratorias. En 2018, el brote de Nipah que ocurrió en Kerala se asoció con una disfunción del músculo cardíaco.
Los síntomas incluyen fiebre alta, vómitos e infección respiratoria, pero los casos graves pueden caracterizarse por convulsiones e inflamación cerebral que conduce al coma. No existe vacuna contra el Nipah. Los pacientes sufren una tasa de mortalidad de entre el 40% y el 75%, según la OMS.
¿De nuevo los murciélagos?
Los excrementos de murciélagos, conocidos como guano, es usado como un excelente fertilizante para las plantas. Este compuesto mejora la estructura del suelo para sembrar, aumenta la capacidad de drenaje, lo que reduce su densidad y beneficia el correcto crecimiento de los cultivos.
Su uso en el campo en la India es generalizado por ser uno de los fertilizantes que trae mejores condiciones para los cultivos y por su economía. Sin embargo, esta práctica pone a los agricultores en estrecho contacto con el virus Nipah.
¿Cómo prevenirlo?
Las autoridades en el país están recomendando a los pobladores minimizar el contacto con los murciélagos, lo que implica fomentar la limpieza de todos los alimentos antes de su consumo, lavarse las manos muy bien después de manipular los alimentos y cubrir los recipientes utilizados para la recolección.
La transmisión de persona a persona se puede reducir a través de prácticas como el lavado regular de manos, la abstención de compartir alimentos o ropa de cama con personas infectadas y el uso de equipo de protección personal al manipular los cadáveres de quienes fallecieron a causa del Nipah.
En cuanto a las soluciones a largo plazo, se están desarrollando vacunas contra el virus Nipah. Según la alianza GAVI, que se dedica a proporcionar acceso equitativo a vacunas en países empobrecidos, existen algunas vacunas en fase de ensayos clínicos, incluyendo una basada en ARNm, otra en una proteína del virus Hendra (estrechamente relacionado) y una tercera que usa un virus de la estomatitis vesicular inocuo para administrar una proteína del virus Nipah.
Contexto
Para entender sus orígenes, hay que tener en cuenta que la primera epidemia de Nipah se registró en 1998 después de que el virus se extendiese entre los ganaderos porcinos en Malasia. El virus lleva el nombre del pueblo de este país del sureste asiático, donde fue descubierto.
Las epidemias de este virus son escasas, pero el Nipah fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto al Ébola, el Zika y el Covid-19, como una de las enfermedades a investigar prioritariamente por su potencial para provocar una pandemia.