Para nadie es un secreto que todas las frutas tienen múltiples beneficios para el organismo. Entre estas, están las manzanas, las cuales aportan una amplia variedad de nutrientes para el cuerpo como antioxidantes, vitaminas y fibra.
De hecho, un estudio del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, afirma que consumir una manzana al día mejora la salud.
Las manzanas tienen un alto contenido de antioxidantes, sustancias que ayudan a inhibir la acción de los radicales libres sobre las células, según el portal Mejor con Salud. Así mismo, esta fruta tiene fibra, llamada pectina, un tipo de fibra soluble que combate el estreñimiento, el colesterol malo y regular los niveles en sangre, además que ayuda en la digestión y contribuir a la sensación de saciedad.
Según el portal de Bussines Insider, la manzana contiene un 332% más de vitamina K, un 142% de más vitamina A, un 115% más de vitamina C, un 20% más de calcio y un 19% más de potasio que una manzana pelada.
Además, este alimento puede ser ideal para las personas que piensan perder peso, pues esta fruta es rica en agua y aunque tiene azúcares naturales, no aporta muchas calorías, por lo que comerla todos lo días puede resultar beneficioso.
De hecho, consumir manzanas puede ayudar para combatir la diabetes tipo 2. Por otro lado, las manzanas pueden también ayudar a mejorar la presión arterial. Y es que la presión arterial alta puede desencadenar en un ataque cardíaco, problemas renales o un derrame cerebral, es por ello que los expertos piden a los pacientes hacerse chequeos médicos frecuentes y mantener estilos de vida saludables.
¿Las semillas de manzana se pueden consumir?
En el núcleo central de las manzanas se encuentran cinco pequeños compartimentos que contienen semillas, que al masticarlas, tienen un sabor amargo. Existe un debate sobre su consumo, ya que algunas personas consideran que son saludables, mientras que otros afirman que son venenosas.
Un estudio compartido en la revista Nutrients señaló que “estas semillas son una fuente de proteínas, fibra dietética y lípidos, principalmente presentes en su endospermo. Por lo tanto, se sugiere que pueden ser beneficiosas para la salud del sistema digestivo, cardiovascular y metabólico”.
¿Por qué se les atribuye toxicidad? Además de los nutrientes mencionados, las semillas contienen una sustancia llamada ‘amigdalina’, que, al descomponerse, produce cianuro de hidrógeno (HCN). Esta sustancia puede ser venenosa y afectar la capacidad de las células para utilizar oxígeno.
Los posibles efectos de esta ingesta incluyen náuseas, dolores de cabeza y molestias musculares. Para que la ingesta sea mortal, se necesitaría consumir cerca de 4,300 semillas en una sola vez, lo que hace que la probabilidad de envenenamiento sea realmente baja.
Usualmente, al hacer bebidas como jugos y batidos de manzana, las semillas suelen triturarse junto con la fruta, lo que podría liberar pequeñas cantidades de amigdalina. Sin embargo, así como ocurre con las semillas sin procesar, el riesgo de intoxicación sigue siendo extremadamente bajo.
En un estudio publicado en Food Chemistry, los investigadores descubrieron que “algunas marcas comerciales de jugo de manzana contenían cantidades muy reducidas de amigdalina”. Siguiendo esta línea de pensamiento, se considera que el jugo de manzana es seguro para ser consumido por los seres humanos. No obstante, al igual que con la fruta entera, se recomienda quitar las semillas antes de exprimirla o procesarla.
Es poco probable que se sufra algún daño al ingerir accidentalmente las semillas de una sola manzana. Sin embargo, como medida de precaución, se recomienda retirar las semillas de la fruta antes de consumirla.