Sin duda, tener una buena salud del sistema respiratorio es crucial para llevar una vida plena. Los pulmones están muy expuestos a virus o bacterias que se contagian por el aire.
Cuando una bacteria ataca a los pulmones o se contrae una virosis, los alvéolos de los pulmones tienden a llenarse de líquido o de pus. Esto lleva a síntomas de malestar y de dificultad al respirar, pasando por intensas fiebres y dolores en el pecho.
En el caso de sufrir o padecer de una virosis o neumonía, casi siempre es tratado con antibióticos, antivirales o antimicóticos. Sin embargo, es relevante visitar a su médico de confianza para que le dé su consejo como profesional de la salud.
En la mayoría de casos, los pulmones quedan debilitados después de una afección grave. Aunque todo depende de la causa de la infección y la edad del paciente. Frente a síntomas como tos, fiebre, producción de flema, dolor torácico pleurítico y una oscultación pulmonar anómala, lo más recomendable es asistir a una cita médica, ya que el paso del tiempo deteriora a los pulmones de manera irreversible.
Lo más común es que en la cita con el profesional de la salud, se tome una radiografía de tórax para determinar el tipo de neumonía y cuáles son los pasosos a seguir.
Como dice el dicho; es mejor prevenir que lamentar. La mejor opción para evitar complicaciones de los pulmones es llevar un estilo de vida saludable, hacer mínimo 150 minutos de ejercicio a la semana, tener una dieta balanceada y sobre todo tener la vacuna contra la bacteria Streptococcus pneumoniae.
Así puede fortalecer los pulmones
Para fortalecer los pulmones luego de una fuerte enfermedad, lo primero que se debe hacer es fortalecer la ingesta de nutriente al cuerpo, a través de la comida.
Consuma alimentos saludables para el corazón. Los alimentos con alto contenido de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas incluyen verduras de hojas verdes, frutas, granos integrales, lácteos descremados, pescado, carnes magras, huevos, legumbres, aceites y alimentos con alto contenido de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas.
De igual manera, se recomienda beber muco líquido, preferiblemente agua. Asimismo, se debe evitar fumar, consumir drogas ilegales o beber alcohol, esto debido a que estos hábitos lo que generan es que las defensas del cuerpo bajen.
Por otra parte, dormir una cantidad adecuada de horas. Esto se debe hacer desde seis hasta ocho, ya que un buen sueño ayuda al cuerpo a descansar y mejora la respuesta del sistema inmune.
Cabe destacar que para iniciar aluna actividad física, se debe hacer ejercicios ligeros, esto para no sobre esforzar a los pulmones, lo que podría llevar al colapso del sistema respiratorio.
Por esa razón, se recomienda practicar ejercicio de poco peso y más con el manejo del propio cuerpo, como en aeróbicos o calistenia. Aunque el paciente aún puede sentir falta de aire, esto ayuda a recuperar la fuerza perdida. Por lo anterior, se debe abstenerse de realizar ejercicios intensos que puedan causar mareos.
Otra recomendación oportuna es realizar ejercicios de respiración para ir expandiendo progresivamente la capacidad pulmonar. Para esto debe sentarse con la espalda en posición vertical. Posteriormente, se debe hacer un par de respiraciones profundas. Esta actividad se recomienda tres veces al día.
La fruta que purifican y fortalecen los pulmones
Según una investigación publicada en el European Respiratory Journal de 2019, las manzanas y las naranjas son aliadas perfectas para desintoxicar los pulmones.
Según la investigación realizada por la Asociación de Pacientes con EPOC de Asturias, la manzana es la fruta más recomendada para proteger las vías respiratorias de los irritantes externos como la contaminación, debido a su alta concentración de antioxidantes.
Por su parte, la naranja, según la investigación, protege a los pulmones de las lesiones oxidativas, según una publicación de Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.