La ciprofloxacina se usa para tratar o prevenir ciertas infecciones causadas por bacterias como la neumonía; gonorrea (una enfermedad de transmisión sexual); fiebre tifoidea (una infección grave que es común en los países en desarrollo); diarrea infecciosa (infecciones que ocasionan una diarrea intensa); e infecciones de la piel, de los huesos, articulaciones, abdomen (área del estómago) y próstata (glándula reproductiva masculina).

La ciprofloxacina se usa para tratar o prevenir ciertas infecciones causadas por bacterias como la neumonía.

Este medicamento también se usa para tratar o prevenir la peste (una infección grave que puede propagarse a propósito como parte de un ataque bioterrorista) e ántrax por inhalación (una infección grave que los gérmenes de ántrax pueden propagar en el aire a propósito como parte de un ataque bioterrorista.).

La ciprofloxacina también se puede usar para tratar la bronquitis, infecciones de los senos nasales o infecciones del tracto urinario, pero no se debe usar para la bronquitis ni las infecciones de los senos nasales, ni para algunos tipos de infecciones del tracto urinario si hay otras opciones de tratamiento.

La ciprofloxacina también se puede usar para tratar infecciones del tracto urinario. | Foto: El País

Las tabletas de liberación prolongada (acción prolongada) de ciprofloxacina se usan para tratar infecciones de los riñones y del tracto urinario; sin embargo, algunos tipos de infecciones urinarias solo se deben tratar con las tabletas de liberación prolongada de ciprofloxacina si no hay otras opciones de tratamiento disponibles. La ciprofloxacina pertenece a una clase de antibióticos llamados fluoroquinolonas. Su acción consiste en eliminar las bacterias que causan las infecciones.

Los antibióticos como la ciprofloxacina no funcionan para combatir resfriados, influenza u otras infecciones virales. Usar antibióticos cuando no son necesarios aumenta el riesgo de contraer una infección más adelante, que se resista al tratamiento con antibióticos.

¿Cómo se debe usar?

La presentación de la ciprofloxacina es en una tableta, una suspensión (líquido) y una tableta de liberación prolongada para tomar por vía oral con o sin alimentos. Las tabletas y la suspensión por lo general se toman dos veces al día y las tabletas de liberación prolongada generalmente se toman una vez al día. Cuando se usan para tratar la gonorrea, las tabletas y la suspensión se pueden administrar como una sola dosis.

Tome ciprofloxacina aproximadamente a la misma hora todos los días. La duración de su tratamiento depende del tipo de infección que tenga. Su médico le indicará cuánto tiempo deberá usar la ciprofloxacina. Siga atentamente las instrucciones de la etiqueta de su medicamento recetado, y pídale a su médico o a su farmacéutico que le explique cualquier cosa que no entienda.

Tome la ciprofloxacina exactamente como se le indique. No tome una cantidad mayor ni menor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de la que su médico le indique.

Un tipo de ciprofloxacina no se puede sustituir con otro. Asegúrese de recibir solo el tipo de ciprofloxacina que le recetó su médico. Pregúntele a su farmacéutico si tiene alguna pregunta sobre el tipo de ciprofloxacina que se le recetó.

No tome ciprofloxacina con productos lácteos ni jugos fortificados con calcio. Sin embargo, puede tomar ciprofloxacina con una comida que incluya estos alimentos o bebidas.

¿Cuál es la mejor vitamina para la anemia?

La anemia se presenta cuando hay una disminución en el número de glóbulos rojos en la sangre y también es conocida como nivel bajo de hemoglobina, lo cual genera cansancio y debilidad, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Asimismo, explicó que hay diferentes tipos de anemia que tienen causas diversas como, por ejemplo, anemia por deficiencia de vitaminas que sucede cuando hay cantidades inferiores a lo normal de ciertas vitaminas.

Dieta rica en vitamina B12 | Foto: 123 RF / El País

La entidad explicó que las vitaminas relacionadas con la anemia por deficiencia de vitaminas incluyen el folato, la vitamina B-12 y la vitamina C y eso ocurre cuando no se comen suficientes alimentos que contengan dichas vitaminas o también puede aparecer porque el cuerpo no puede absorber adecuadamente los nutrientes de los alimentos que se comen.

Además, reveló que lo signos y síntomas de la anemia por deficiencia vitamínica incluyen: fatiga; falta de aliento; mareos; piel pálida o amarillenta; latidos del corazón irregulares; pérdida de peso; entumecimiento u hormigueo en manos y pies; debilidad muscular; cambios en la personalidad; movimientos inestables; confusión mental u olvido.

“La deficiencia de vitaminas por lo general se desarrolla lentamente durante varios meses o años. Los signos y síntomas de deficiencia de vitaminas pueden ser sutiles en un principio, pero aumentan a medida que la deficiencia empeora”, explicó Mayo Clinic.