Bien dicen que si usted se dedica a realizar alguna actividad durante 21 días, ese cambio se convertirá en una rutina.
1. Dormir poco
Dormir mal afecta a nivel hormonal y facilita la conversión de calorías en grasa.
2. Vivir con estrés
Provoca hambre emocional y lo lleva a consumir comida rápida llena de calorías. El estrés activa la insulina y logra que el organismo acumule más grasa.
3. Sedentarismo
Debe tener un estilo de vida activo. Lo ideal es caminar, pasear, montar en bicicleta o subir escaleras.
4. Saltarse el desayuno
Lo más importantes es que al levantarse active su metabolismo con un desayuno equilibrado que contenga proteína, grasa favorable e hidratos de carbono.
El portal Mujer Hoy recomienda no dejar pasar más de una hora desde que se levanta hasta que desayuna. No olvide que el cuerpo necesita comer cada cuatro horas para equilibrar la hormona insulina, que es la que regula el apetito.
5. No se distraiga al comer
Comer distraído lo hace engordar, por ello si come acompañado del celular, leyendo, viendo la tele, entre otros, esto hará que su mente se disperse y no seas consciente de lo que ha comido.
El American Journal of Clinical Nutrition publicó un estudio en el que indica que quienes comen distraídas suelen ingerir hasta un 50 % más de calorías.
6. No beber agua
Las toxinas que acumula su organismo deben salir por la orina, por eso beber agua o infusiones debe ser una constante en su vida.
7. Comer rápido
Cuanto más mastique la comida más fácil será para el organismo digerirla.
8. No mezcle féculas
Dieta Coherente señala que no se deben mezclar féculas, es decir pan, patatas, pasta, quinoa, arroz, cuscús, en la misma comida debido a que suman sus efectos sobre la insulina y favorecen el almacenamiento de grasa corporal.
9. Ir a la cama acabando de comer
Antes de ir acostarse es el peor momento para tomar hidratos, ya que hay menor sensibilidad a la insulina y las calorías se almacenan en forma de grasa.
Cene de forma ligera y si necesitas comer algo más opte por una loncha o dos de jamón serrano o ibérico, que no tienen tantas calorías.