Por sus propiedades anestésicas y antiarrítmicas, la lidocaína ha sido un medicamento ampliamente utilizado en la medicina moderna, de hecho, se ha convertido en un recurso indispensable en diversos procedimientos médicos y tratamientos.

Como anestésico local, la lidocaína bloquea temporalmente los nervios en una área específica del cuerpo, impidiendo que estos transmitan sensaciones de dolor al cerebro. Esto la hace extremadamente útil en una variedad de procedimientos médicos y odontológicos.

La lidocaína también se utiliza en forma de parches transdérmicos para el manejo del dolor neuropático, un tipo de dolor crónico que resulta de daños a los nervios. Los parches de lidocaína se aplican directamente sobre la piel en el área afectada, proporcionando alivio del dolor sin la necesidad de tomar medicamentos por vía oral.

La lidocaína es un medicamento ampliamente utilizado en la medicina moderna. | Foto: Getty Images

Además de su uso como anestésico, este medicamento también se emplea en el tratamiento de arritmias cardíacas. Las arritmias son alteraciones en el ritmo del corazón que pueden ser potencialmente peligrosas.

Es por ello que la lidocaína se administra por vía intravenosa para estabilizar la actividad eléctrica del corazón, ayudando a restaurar un ritmo cardíaco normal.

Es necesario mencionar que, aunque la lidocaína por lo general es segura cuando se usa correctamente, existen algunas precauciones y posibles efectos secundarios que se deben considerar.

En el caso de la administración tópica o inyectable, puede haber enrojecimiento, hinchazón o irritación en el sitio de aplicación. Asimismo, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a la lidocaína. Los síntomas pueden incluir urticaria, dificultad para respirar o hinchazón de la cara, labios, lengua o garganta.

Es importante que la lidocaína sea administrada por un profesional de la salud calificado. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

En casos de sobredosis o administración incorrecta, la lidocaína puede causar efectos sistémicos graves, como convulsiones, mareos, visión borrosa o ritmo cardíaco irregular.

Es importante que la lidocaína sea administrada por un profesional de la salud calificado, especialmente cuando se utiliza en procedimientos médicos o tratamientos de arritmias.